Con él crucificaron a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda.
Mateo 27:38 NVI.
Lectura: Mateo 27:32-44. Versículo del día: Mateo 27:38.
MEDITACIÓN DIARIA
El Evangelio de Lucas nos narra más profundamente este
hecho. Dos malhechores colgados, cada uno a su lado respectivo. Sin embargo, la
actitud de uno de ellos fue agresividad e injuria mientras que el otro
reconoció que Jesús no había hecho nada para merecer ese castigo; por el contrario, ellos sí. “―Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. ―Te aseguro que
hoy estarás conmigo en el paraíso —le contestó Jesús” (Lucas 23:42-43). Con
esto el Señor nos da a conocer algo muy significativo y por lo mismo,
extremadamente misericordioso y hermoso: puede ser en el último segundo de
nuestra vida, pero si nos arrepentimos y volteamos los ojos al Salvador, Él
tendrá en cuenta esta actitud, nos perdonará y de una vez nos dará la entrada
al reino celestial gozando de su presencia. ¡Gloria a Dios!
Por eso es mejor no juzgar ni creer que porque una
persona ha sido un criminal no puede en el último momento de su vida confesar
sus pecados y reconocer que Jesús vino a salvarlo. Con solo ese hecho ya tiene
parte en el cielo. Misericordia y amor es lo que el Señor está dispuesto a
ofrecer. Y bajo esta premisa solamente cada persona y Dios mismo son los que
saben con exactitud si en verdad se es o no salvo.
Amado Señor Jesús: Gracias porque sabemos que Contigo
tenemos el perdón de pecados y el derecho a gozar de tu presencia en la patria
celestial. Eres un Dios lleno de amor y misericordia que nosotros no alcanzamos
a imaginar. Gracias porque Tú no te vuelves acordar de los pecados cuando
decidimos entregarte nuestras vidas y seguirte. ¡Te amamos buen Dios! ¡Tu amor
es inmutable!
Un abrazo y bendiciones.
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