sábado, 11 de agosto de 2018

A Dios le interesa toda su creación


Seis años sembrarás tus campos y recogerás tus cosechas, pero el séptimo año no cultivarás la tierra. Déjala descansar, para que la gente pobre del pueblo obtenga de ella su alimento, y para que los animales del campo se coman lo que la gente deje. Haz lo mismo con tus viñas y con tus olivares. 
Éxodo 23:10-11. NVI.

Lectura: Éxodo 23:10-13.  Versículos del día: Éxodo 23:10-11.

MEDITACIÓN DIARIA

Sé muy claro que ahora no vivimos por ley sino por gracia. Sin embargo, personalmente considero que hay leyes que fueron dadas a los israelitas que me parecen importantes si las acatamos también porque redundan en bendición y esta es una de esas. Igual me gusta bastante la de darle al Señor las primicias. Siempre he pensado que lo primero debe ser para Él.
Volviendo al versículo del día, he sabido de muchos agricultores que practican esta regla y les da muy buenos resultados. Ellos saben muy bien que si no se deja descansar la tierra, la producción va a dar malos resultados. Pero conociendo todo lo que implica, son muy pocos los que someten su tierra a un año sabático por aquello del afán a la riqueza. Actualmente a este descanso se le denomina ‘barbecho’ y aunque se da cada dos o tres años en los que la practican, se ha encontrado que al hacerlo la producción sube. Lo importante del asunto es reconocer que si Dios lo dijo es porque así es. Más adelante en Levítico el Señor vuelve a recalcar lo mismo: “Cuando ustedes hayan entrado en la tierra que les voy a dar, la tierra misma deberá observar un año de reposo en honor al Señor”. (Levítico 25:2). Esto también lo ordenó el Señor con el propósito de ayudar a la gente pobre para que tuviera como proveerse de alimento y a la vez los animales comieran de lo dejado. Aquí nos damos cuenta que a Dios le interesa la naturaleza y que está pendiente no solamente de las personas sino de toda su creación. Todo lo mandado por Dios tiene su razón de ser y Él infinitamente sabio, desea conducirnos por el mejor camino. De cada uno depende si lo toma o lo deja.

Amado Señor: Gracias por enseñarnos a amar la naturaleza y a entender que también la tierra se cansa y hay que dejarla reposar. Muéstranos con tu Santo Espíritu en cuáles otras áreas de nuestra vida, aparte de la física debemos también guardar un descanso que redunde en nuestro bien o en el de nuestra familia. Gracias bendito Señor.

Un abrazo y bendiciones.

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