viernes, 24 de agosto de 2018

La pereza conduce a la ruina

Un corto sueño, una breve siesta, un pequeño descanso, cruzado de brazos… ¡y te asaltará la pobreza como un bandido, y la escasez, como un hombre armado! 
Proverbios 24:33-34. NVI.

Lectura: Proverbios 24:30-34.  Versículos del día: Proverbios 24:33-34.

MEDITACIÓN DIARIA

El perezoso siempre buscará una excusa para no hacer nada. No quiere decir el versículo del día que no hay que descansar; de cierto, el Señor bendice el descanso y todos lo necesitamos. Pero que esto se nos vuelva costumbre, ya es otra cosa. Infortunadamente los países latinos mal llamados socialistas están llevando a las personas a ser perezosas. Creen que por darles un bono para su sustento ya lo hicieron todo; y a la vez, los que lo reciben se pasan de holgazanas. El refrán dice que hay que enseñar a pescar, no a dar el pescado y eso es lo que están haciendo esos gobiernos, con tal de tener al pueblo en sus manos. Bien clara es la Biblia respecto al trabajo: “El que no quiera trabajar, que tampoco coma. Nos hemos enterado de que entre ustedes hay algunos que andan de vagos, sin trabajar en nada, y que solo se meten en lo que no les importa.  A tales personas les ordenamos y exhortamos en el Señor Jesucristo que tranquilamente se pongan a trabajar para ganarse la vida” (2 Tesalonicenses 3:10-12). Hay que trabajar; nos lo mandó el Señor y es                           una bendición tener un trabajo y ser diligente con él. Acomodémonos a las reglas del Señor, no a las nuestras que son facilistas.       

Amado Señor: muchas gracias por hacernos ver que la pereza conduce a la ruina. Enséñanos a ser diligentes y responsables con nuestro trabajo. Sabemos que Tú bendices cualquier labor que realicemos y allí también queremos ser testimonio tuyo. ¡Te amamos bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones. 

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