Un corto sueño, una breve siesta, un pequeño descanso, cruzado de brazos… ¡y te asaltará la pobreza como un bandido, y la escasez, como un hombre armado!
Proverbios 24:33-34. NVI.
Lectura: Proverbios 24:30-34. Versículos del día: Proverbios 24:33-34.
MEDITACIÓN DIARIA
El perezoso siempre buscará una excusa para no hacer
nada. No quiere decir el versículo del día que no hay que descansar; de cierto,
el Señor bendice el descanso y todos lo necesitamos. Pero que esto se nos vuelva
costumbre, ya es otra cosa. Infortunadamente los países latinos mal llamados
socialistas están llevando a las personas a ser perezosas. Creen que por darles
un bono para su sustento ya lo hicieron todo; y a la vez, los que lo reciben se
pasan de holgazanas. El refrán dice que hay que enseñar a pescar, no a dar el
pescado y eso es lo que están haciendo esos gobiernos, con tal de tener al
pueblo en sus manos. Bien clara es la Biblia respecto al trabajo: “El que no
quiera trabajar, que tampoco coma. Nos hemos enterado de que entre ustedes hay
algunos que andan de vagos, sin trabajar en nada, y que solo se meten en lo que
no les importa. A tales personas les
ordenamos y exhortamos en el Señor Jesucristo que tranquilamente se pongan a
trabajar para ganarse la vida” (2 Tesalonicenses 3:10-12). Hay que trabajar;
nos lo mandó el Señor y es una bendición tener
un trabajo y ser diligente con él. Acomodémonos a las reglas del Señor, no a
las nuestras que son facilistas.
Amado Señor: muchas gracias por hacernos ver que la
pereza conduce a la ruina. Enséñanos a ser diligentes y responsables con
nuestro trabajo. Sabemos que Tú bendices cualquier labor que realicemos y allí
también queremos ser testimonio tuyo. ¡Te amamos bendito Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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