Confirma a tu siervo tu promesa, la promesa que hiciste a los que te temen.
Salmo 119:38. NTV.
Lectura: Salmo
119:33-40. Versículo del día: Salmo
119:38.
MEDITACIÓN DIARIA
Puede ser que Dios hace
algún tiempo te dio una promesa y todavía no has visto su cumplimiento.
Entonces por fe, es hora de clamarle al Señor por ella y creer que: “Todas las
promesas que ha hecho Dios son «sí» en Cristo. Así que por medio de Cristo
respondemos «amén» para la gloria de Dios”
(2 Corintios 1:20 NVI). Ahora, si dices nunca me ha dado una promesa,
entonces aquí está la siguiente: “Les daré un solo corazón y un solo propósito:
adorarme para siempre para su propio bien y el bien de todos sus descendientes”
(Jeremías 32:40 NTV). Es una linda promesa que va hasta hijos y nietos. Y el
mismo Señor se encarga por su infinito
amor de poner en los corazones el deseo de adorarle y honrarle como lo merece,
con el fin de que también se cumpla el propósito en la vida de cada uno y les
vaya bien, tanto a ellos como a los que
vienen.
Amado Señor Jesús:
gracias porque creemos en tu fidelidad y en tus promesas. Gracias porque eres
Tú mismo abriéndonos el camino para que nuestro comportamiento sea excelente
Contigo y cumplir la buena obra que te propusiste. Gracias también te damos
porque has tenido en cuenta a nuestra descendencia. Esta promesa la tomamos, la
aceptamos, la confirmamos, la declaramos y la proclamamos para la honra y
gloria tuya. Creemos que son ‘sí’ en Ti
y por medio Tuyo, respondemos ‘amén’. ¡Gloria a Dios!
Un abrazo y
bendiciones.
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