lunes, 17 de abril de 2017

Su resurrección: esperanza de vida a su lado

¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que vive? 6 No está aquí; ¡ha resucitado! Lucas 24:5b-6.

Lectura: Lucas 24:1-12.  Versículos del día: Lucas 24:5b-6.

MEDITACIÓN DIARIA

Palabras de los ángeles a las mujeres que fueron a visitar el sepulcro y se encontraron con su tumba vacía. Ellas al regresar dieron estas buenas noticias a los once, y aunque su Maestro les había dicho que resucitaría al tercer día, no creyeron a las mujeres (v. 9-11); unos fueron personalmente a comprobarlo y los demás al verlo cuando el Señor se les presentó; “dichosos los que no han visto y sin embargo creen” (Juan 20:29). Así, llana y sencillamente tenemos que proclamar: ¡El Señor Jesús resucitó de entre los muertos! ¡Gloria a Dios! Quizá el milagro más grande del cristianismo sea este.  
El apóstol Pablo lo manifiesta en su Carta a los Corintios de esta manera: “Porque ante todo les transmití a ustedes lo que yo mismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras, que fue sepultado, que resucitó al tercer día según las Escrituras” (1 Corintios 15:3-4). Esto es exactamente el mensaje de salvación que a través de los siglos se sigue trasmitiendo: creer en Jesucristo, el Hijo de Dios encarnado, padecido, muerto, crucificado y resucitado. He pensado ¿cuál milagro es más preeminente: su encarnación por obra y gracia del Espíritu Santo o su resurrección de entre los muertos? Definitivamente ambos iguales de importantes y ambos misterios de difícil comprensión para nosotros los mortales.
Lo triste de todo es que se habla una y otra vez del tema y con mayor énfasis en los tiempos donde conmemoramos cada uno, y ya se volvió como tarea rutinaria leerlo y quizá entenderlo  con nuestra mente pero no con el corazón. La verdad de su resurrección fue tan evidente que nadie de esa época pudo refutarla. Si continuamos leyendo la Escritura de la Carta a los Corintios vemos que Pablo nos afirma lo siguiente: “Y si Cristo no resucitó, esta buena noticia que anunciamos no sirve para nada, y de nada sirve tampoco que ustedes crean en Cristo” (1 Corintios 15:14 Traducción Lenguaje Actual –TLA-), (Lo trascribí en esta versión para hacerlo más entendible). Creer en la resurrección de Jesús es muy importante. El Señor Jesús no se quedó en un madero crucificado; su tumba está vacía. Él fue levantado de entre los muertos y vive para siempre dejándonos la bendita esperanza de sus palabras a Marta la hermana de Lázaro: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera” (Juan 11:25).
¿Lo crees en tu corazón? Entonces confiésalo con tu boca (Romanos 10:8-10).

Señor Jesucristo: Yo confieso con mi boca y creo en mi corazón que eres el Hijo de Dios, muerto por mis pecados y levantado de entre los muertos por Dios para darme vida eterna a tu lado. Te acepto como mi Señor y Salvador personal y te doy gracias por perdonar mis pecados y por venir a morar conmigo. En tu Nombre Jesús, amén.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: