miércoles, 19 de abril de 2017

Atar en el corazón la verdad para combatir la mentira

Líbrame de mentirme a mí mismo; dame el privilegio de conocer tus enseñanzas. 
Salmo 119:29 (NTV).

Lectura: Salmo 119:25-32.  Versículo del día: Salmo 119:29.

MEDITACIÓN DIARIA

Las personas mentirosas se creen ellas mismas sus mentiras. Bien le pide a Dios el Salmista que lo libre de las mentiras, porque las mentiras pueden fácilmente atrapar a una persona. Por defender la primera, sigue la segunda y así sucesivamente, hasta que el rollo se rompe y se desata. Nadie se hace más daño que el mismo que miente y con mayor razón si es haciendo alarde de su vida. En otras versiones dice: “Aparta de mí el camino de la mentira” y así es: el camino de mentira está guiado por su padre el diablo y el camino de Dios está centrado en la verdad que es Jesucristo.
Ahora, se escucha mucho el: ‘era una mentirilla piadosa’. No hay tal. La mentira es mentira sea grande o sea pequeña; sea maquillada con hipocresía, con excusas o con medias mentiras. No mentir es un mandato directo de Dios dado en las tablas de la ley a Moisés (Éxodo 20:16), y por consiguiente hay que obedecerlo como todos los demás. Si no está bien vista la mentira en el mundo con mayor razón en el pueblo cristiano que se supone obedece al Señor. Mentir implica un engaño intencionado y consciente dice el Diccionario de Wikipedia.
Aprendamos a decir la verdad, cueste lo que nos cueste. Que nuestro decir sea sí o no con toda sinceridad, para no caer en este pecado tan común y engañador. Busquemos llenarnos de su Palabra y conocerla para evitar la mentira. “Por lo tanto, dejando la mentira, hable cada uno a su prójimo con la verdad, porque todos somos miembros de un mismo cuerpo” (Efesios 4:25). “Que nunca te abandonen el amor y la verdad: llévalos siempre alrededor de tu cuello y escríbelos en el libro de tu corazón” (Proverbios 3:3).

Amado Señor: Tú moriste diciendo siempre la verdad y nosotros que somos tus seguidores deseamos hacer lo mismo. No queremos caer en la trampa de Satanás y dejarnos llevar por falsos testimonios o por falsos alardes de nosotros mismos. Enséñanos a llevar la verdad en el corazón y desechar la mentira que quizá quiere hacer morada en nosotros. Gracias buen Señor por tu Palabra que es verdad indiscutible.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: