De ti proceden la riqueza y el honor; tú lo gobiernas todo. En tus manos están la fuerza y el poder, y eres tú quien engrandece y fortalece a todos.
1 Crónicas 29:12.
Lectura: 1 Crónicas
29:10-20. Versículo del día: 1 Crónicas
29:12.
MEDITACIÓN DIARIA
David con un corazón
grande y dispuesto siempre para el Señor, hace una oración en presencia de toda
la asamblea antes de coronar a Salomón como rey de Israel. Ya estaba en sus
últimos días y reconoce quizá por lo mismo vivido, que la fuerza y el poder
están en las manos del Señor porque es Él quien se encarga de engrandecernos y
fortalecernos.
Sería mentira decir que con el paso de los años nos sentimos con la misma energía de la juventud. No; aunque no lo creamos los años sí pesan y a veces mucho. Pero gracias al Señor cada mañana se renuevan nuestras fuerzas y Él da poder al cansado. Aunque el peso sea demasiado hay que recordar que su yugo es fácil y ligera su carga. No podemos dejarnos hundir, tenemos que salir a flote con la ayuda del Señor. Él se echa al hombro nuestras cargas y además su voz nos anima a seguir adelante: “¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas” (Josué 1:9). Igual Pablo en sus Cartas nos insta a ser fuertes en el Señor Jesucristo (Filipenses 4:13); y le ora al Padre para que con su gran poder tengamos nuevas fuerzas y conozcamos plenamente su voluntad (Colosenses 1:9-13).
Sería mentira decir que con el paso de los años nos sentimos con la misma energía de la juventud. No; aunque no lo creamos los años sí pesan y a veces mucho. Pero gracias al Señor cada mañana se renuevan nuestras fuerzas y Él da poder al cansado. Aunque el peso sea demasiado hay que recordar que su yugo es fácil y ligera su carga. No podemos dejarnos hundir, tenemos que salir a flote con la ayuda del Señor. Él se echa al hombro nuestras cargas y además su voz nos anima a seguir adelante: “¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas” (Josué 1:9). Igual Pablo en sus Cartas nos insta a ser fuertes en el Señor Jesucristo (Filipenses 4:13); y le ora al Padre para que con su gran poder tengamos nuevas fuerzas y conozcamos plenamente su voluntad (Colosenses 1:9-13).
Amado Señor: Como Pablo
oró por lo colosenses, pedimos que a nosotros también nos hagas conocer tu
voluntad para vivir de manera digna, agradándote en todo. Que seamos
fortalecidos en todo sentido con tu glorioso poder para perseverar con
paciencia en toda situación. Te damos gracias bendito Padre con alegría de
corazón, por escuchar nuestra oración.
Un abrazo y
bendiciones.
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