miércoles, 26 de abril de 2017

Caminos adornados con cipreses y mirtos

Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra! 
Isaías 55:9.

Lectura: Isaías 55:1-13.  Versículo del día: Isaías 55:9.

MEDITACIÓN DIARIA

Muchas veces oramos y le hacemos al Señor ciertas peticiones y a pesar de orarle a Él, creemos que somos nosotros los que vamos andando sin tener en cuenta que el Señor no actúa ni piensa como nosotros. “Presten atención y vengan a mí, escúchenme y vivirán. Haré con ustedes un pacto eterno, conforme a mi constante amor por David” (v. 3). Con la resurrección del Señor “se cumplieron estas palabras: ‘Yo les daré las bendiciones santas y seguras prometidas a David” (Hechos 13:34). No hay vuelta de hoja, si el Señor lo dijo, justamente será; tendremos bendiciones santas y seguras porque: “Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo, y no vuelven allá sin regar antes la tierra y hacerla fecundar y germinar para que dé semilla al que siembra y pan al que come, así es también la palabra que sale de mi boca: No volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo deseo y cumplirá con mis propósitos” (vv. 10-11 en la lectura).
O sea hermanos, es bien claro que el Señor usará sus estrategias las cuales ni imaginamos, para cumplirnos las promesas y a la vez con su propósito. No dudemos porque no hay nadie más confiable y fiel que nuestro Señor y esto lo hace por su infinito amor: “Ustedes saldrán con alegría y serán guiados en paz. A su paso, las montañas y las colinas prorrumpirán en gritos de júbilo y aplaudirán todos los árboles del bosque. En vez de zarzas, crecerán cipreses; mirtos, en lugar de ortigas. Esto le dará renombre al Señor; será una señal que durará para siempre” (vv. 12-13). ¡Alístate! Porque cuando la lluvia de bendiciones empiecen a caer en tu vida, te asombrarás de tal manera que saldrás a contarlo y a darle gloria al nombre del Señor.

Amado Dios: muchas gracias porque si nuestros caminos están rodeados de zarzas y de ortigas, muy pronto los veremos adornados con cipreses y mirtos llenándonos de tu paz y tu alegría. Abre nuestros ojos Señor para que veamos tus favores con ojos espirituales. Gracias por las bendiciones santas y seguras que le prometiste a David y que ahora tenemos también por tu infinita misericordia. ¡Te damos toda la honra y gloria a Ti buen Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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