La senda de los justos se asemeja a los primeros albores de la aurora: su esplendor va en aumento hasta que el día alcanza su plenitud.Proverbios 4:18.
Lectura: Proverbios 4:1-27. Versículo para memorizar: Proverbios 4:18.
MEDITACIÓN DIARIA
Ser sabios es aprender
a escuchar y tener prioritariamente al Señor en nuestras vidas para saber qué
es lo que espera de nosotros. Por eso el capítulo empieza: “Escuchen, hijos, la
corrección de un padre” (v. 1), y de ahí en adelante sigue mostrándonos los beneficios
de la sabiduría. A medida que vamos aprendiendo, vamos aplicando ese
conocimiento que comenzará como el día: con la luz de la aurora, en un amanecer
sin nubes (2 Samuel 23:4), y poco a poco por esa senda transitamos, hasta
comprender la justicia y el derecho; la equidad y todo buen camino (Proverbios
2:4).
Necesitamos esa luz; de
lo contrario no podemos hacerle frente a la oscuridad. Jesús es la luz del
mundo (Juan 8:12), y nos ha hecho portadores de su luz para que resplandezcamos
(Mateo 5:14). Tenemos que destellar sus
rayos luminosos en medio de una generación torcida y perversa como grandes
luminarias (Filipenses 2:15). Solo avanzando cogidos de su mano, lograremos terminar el día a plenitud y sentir
la satisfacción del deber cumplido.
Busquemos a Jesús, Él
nos llenará de su infinita sabiduría. “Así, todos nosotros, que con el rostro
descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos
transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que
es el Espíritu” (2 Corintios 3:18).
Señor Jesús: Reconocemos
que necesitamos de Ti para hacerle frente al mundo y para dejarnos guiar por tu
Santo Espíritu. Ven a nuestras vidas y transfórmanos de tal manera que brillemos
en ese andar. Queremos ser testimonio fiel de tu amor y tu justicia para cuando
nos llegue la terminación del día, contemplar tu rostro con la felicidad de
haberlo concluido de acuerdo a tu propósito. ¡Gracias bendito Señor!
Un abrazo y
bendiciones.
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