Por lo tanto, si alguien piensa que está firme, tenga cuidado de no caer.1 Corintios 10:12.
Lectura: 1 Corintios
10:1-13. Versículo del día: 1 Corintios
10:12.
MEDITACIÓN DIARIA
Creo que también en el
cristianismo se aplica el lema de que ‘la confianza mata’. Esta frase se
escucha mucho por lo menos en Colombia, en el ramo del transporte. La confianza
de: ‘me las sé todas’; ‘nadie me va a enseñar’. De ninguna manera lo vayan a
tomar por favor, en el sentido de la confianza en Dios que viene por la fe. Hablo
de la confianza presumible; de la que cree que nunca va a fallar. Y es esta la
que asemejo con el versículo de hoy porque entre más firme se encuentre un
cristiano, más debe cuidar su vida. El enemigo que anda como león rugiente es
experto en colocar cascaritas para hacernos resbalar y de ahí caer. Sin
embargo, miremos lo que sigue en este capítulo: “Ustedes no han sufrido ninguna
tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá
que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando
llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan
resistir” (v. 13). ¡Gloria a Dios por su infinita misericordia!
Todos pasamos pruebas
difíciles, tentaciones, caídas y levantadas. Es fácil pecar y no creamos que
por ser cristianos no pecamos. Hay personas afuera que están pendientes de nosotros
para señalarnos cuando cometemos alguna falta. Tal vez, nos consideran
infalibles y así no es. Si así fuera, no existirían versículos como el de 1
Juan 1:8-9: “Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos
y no tenemos la verdad. Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y
justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad”. También dice: “Mis queridos
hijos, les escribo estas cosas para que no pequen. Pero si alguno peca, tenemos
ante el Padre a un intercesor, a Jesucristo, el Justo” (1 Juan 2:1).
El hombre es
vulnerable; lo mejor es ir con paso firme, pero detallando bien el camino
porque la menor piedra nos puede hacer tropezar, resbalar y caer. Confiemos en
Dios y su Palabra y no en nuestra propia prudencia.
Amado Señor: Gracias
porque ya te llevaste en la cruz del Calvario todos nuestros pecados y
transgresiones. Permite que ante más firme creamos estar, más demostremos tu amor, tu sabiduría y
cordura para resistir, y no dejarnos caer fácilmente.
Un abrazo y
bendiciones.
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