viernes, 6 de mayo de 2016

No fedraudemos a nuestro Cordero Pascual




Desháganse de la vieja levadura para que sean masa nueva, panes sin levadura, como lo son en realidad. Porque Cristo, nuestro Cordero pascual, ya ha sido sacrificado. 
1 Corintios 5:7.


Lectura. 1 Corintios 5:1-12.  Versículo del día: 1 Corintios 5:7.

MEDITACIÓN DIARIA



Nuestra propia Pascua es cuando después de morir al pecado, resucitamos con Cristo Jesús. Él es nuestra Pascua; con su muerte nos redimió. Su sangre derramada nos libra de las garras de Satanás y nos da la credencial para la vida eterna. Dice el versículo 8 que nuestra Pascua debe celebrarse con sinceridad y verdad. Todo aquel que se acerque a Jesucristo y crea lo que hizo en esa cruz por él, será perdonado. De ahí la importancia de dejar lo viejo atrás y vestirnos con ropas nuevas. Ya el pecado no puede hacer casa en nosotros, no podemos volver al pecado y pasar por alto el sacrificio de Jesús.
Vivamos acorde con lo que decimos que somos. Nuestra Pascua debe ser un continuo morir al pecado para que Cristo resucitado haga su obra completa en cada uno y su propósito se cumpla en nuestras vidas. Demos el loor que se merece nuestro Cordero Pascual.

Amado Señor Jesús: Gracias por haber muerto y padecido por nosotros. Gracias porque tu bendita sangre nos limpia de todo pecado. Tú eres nuestro Cordero Pascual; enséñanos a ser masas completamente nuevas y no permitir que la levadura vieja venga a contaminarnos. Queremos ser verdaderos testigos tuyos para que el mundo crea en Ti y los perdidos alcancen la salvación porque tu sacrificio fue por toda la humanidad. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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