Ahora bien, a los que reciben un encargo se les exige que demuestren ser dignos de confianza.1 Corintios 4:2.
Lectura: 1 Corintios
4:1-13. Versículo del día: 1 Corintios
4:2.
MEDITACIÓN DIARIA
La persona digna de
confianza es aquella que ha demostrado ser obediente, humilde, sumisa y ante
todo responsable. La que sabe que si tiene una tarea difícil de llevar a cabo,
no se para ante la dificultad sino que
busca todas las posibilidades disponibles para alcanzar el cometido. Tal como
están las cosas en este mundo, donde hay tanta anarquía, libertinaje e
irrespeto no es fácil encontrar personas dignas de confianza.
Nosotros como
cristianos tenemos que marcar la diferencia y demostrar una actitud incomparable
trabajando con ahínco y con gratitud
hacia Dios. Dice el apóstol aquí en su Carta que a él poco le importa el
juzgamiento humano, porque quien debe hacerlo es Dios. Cuando se tiene la
convicción de estar actuando como se debe y de acuerdo a los parámetros
establecidos por el Señor en su Palabra, no hay de qué temer. Y lo digo porque
en los tiempos actuales el mundo llama a lo bueno, malo y a lo malo, bueno.
Entonces, para ellos da igual que sea o no responsable una persona; incluso, si
son deshonestos, mucho mejor. ¡Cuidemos el testimonio que a diario ven los
demás!
Empecemos a ganarnos la
confianza, primero que todo con el Señor, actuando como nos lo manda su Palabra
y “como obrero que no tiene nada de qué avergonzarse” (2 Timoteo 2:15). Si
aprendemos a estar de rodillas delante del Señor, podemos estar de pie ante el
mundo. La gracia que hallamos delante de los hombres, no es más que el reflejo
de la bendita gracia que el Señor nos da.
Amado Señor: Ante todo
queremos agradarte a Ti obrando rectamente como lo mandas en tu Palabra.
Sabemos que eres Tú, a quien primero tenemos que rendir cuentas. Permite que no
hagamos quedar mal tu Nombre predicando lo que no somos. Que nuestro testimonio
hable por sí solo y podamos demostrar a los que están afuera, que podemos ser
portadores de un cambio para bien de la humanidad.
Un abrazo y
bendiciones.
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