jueves, 26 de mayo de 2016

Gracias Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo




Ahora bien, hay diversos dones, pero un mismo Espíritu. Hay diversas maneras de servir, pero un mismo Señor. Hay diversas funciones, pero es un mismo Dios el que hace todas las cosas en todos. 
1 Corintios 11:4-6.


Lectura: 1 Corintios 12:1-12. Versículos del día: 1 Corintios 11:4-6.

MEDITACIÓN DIARIA

Bueno, el asunto es como complicado; y es que la Trinidad es un misterio. Cuando yo era pequeña, me contaron una historia que en verdad, nunca la he investigado. Me dijeron que Agustín, sentado en la playa le preguntaba a Dios sobre la Trinidad porque no lo entendía, y de pronto vio a un niño echando agua del mar a un pocito en la arena. Cuando Agustín le preguntó qué hacía, el niño le contestó que estaba tratando de echar toda el agua del mar en ese pocito, a lo cual Agustín le dice que eso es imposible. El niño le replica diciéndole que es más fácil que él (niño), logre su cometido que Agustín comprender el misterio de la Santísima Trinidad. Lo traje a colación a raíz de algo que Dany nos envió al respecto, y he estado también preguntándome lo mismo; y cuando lo pienso tanto, llego también a confundirme; y creo que no es solamente a mí que me sucede.
De todas maneras el pasaje nos dice que es el mismo Espíritu Santo quien otorga diferentes clases de dones; que hay distintas formas de servir, pero todos servimos al mismo Señor y que Dios que trabaja de maneras diferentes, es el que hace la obra en cada uno de nosotros. (El mismo texto parafraseándolo de la NTV). Creo que hasta ahí todos entendemos. Sin embargo, cuando nos adentramos en el tema nos complicamos porque nuestra mente natural, no nos permite captar algo tan sobrenatural y especial. Conformémonos con saber que es un solo Dios y tres personas distintas con diferentes funciones pero que como Dios lo sabe todo. “Lo secreto le pertenece al Señor nuestro Dios” (Deuteronomio 29:29), y nosotros no somos quién para preguntar. “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!” (Romanos 11:33).

Amado Dios: Gracias porque nos basta saber que eres un Dios amoroso y misericordioso que pusiste los ojos sobre cada uno de nosotros sin merecer tanto. Reconocemos que Eres el Dios trino y verdadero quien todo lo sabe y aunque no entendemos ese misterio tan grande, nos sometemos a Ti y acatamos tu voluntad sobre nuestras vidas como lo mejor que deseas para cada uno. ¡Gracias precioso Padre, Hijo y Espíritu!

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: