miércoles, 3 de febrero de 2010

Todos necesitamos descansar

Y como no tenían tiempo ni para comer, pues era tanta la gente que iba y venía, Jesús les dijo: -Vengan conmigo ustedes solos a un lugar tranquilo y descansen un poco.
Marcos 6:31.

Lectura diaria: Marcos 6:30-44. Versículo del día: Marcos 6:31.

ENSEÑANZA

El Señor Jesús, como hombre no solo se debió cansar sino que también pensaba que a sus discípulos les ocurría lo mismo. La primera en sacarle provecho y aprender la lección soy yo. Vivo en carreras y no puedo hacer nada si no lo estoy haciendo rápido. Por recomendación de la Sra. Vilma, a quien considero como mi madre y mi gran amiga Alicita, estoy tratando de cambiar este estilo de vida. Bien dice el refrán: “de las carreras no queda sino el cansancio” y personalmente lo he podido experimentar. Últimamente he tenido que ir con frecuencia a los juzgados, hacer una vuelta aquí y otra allá, después salir rápido para la casa, pensando en el almuerzo y todo se me ha convertido en afanes. Para completar yo no es que coma muy bien, al contrario soy descuidada con eso; entonces llego como a las dos de la tarde a organizar el almuerzo, almorzamos, organizo la cocina y no doy más. El cansancio y seguro el estrés no me dejan y tengo que necesariamente acostarme. A esa hora estoy rendida. A veces creo que las cirugías anteriores me quitaron las fuerzas, pero no; lo he comprobado porque los miércoles me he propuesto salir precisamente con la Sra. Vilma y por más que caminemos no me agoto, porque todo lo hacemos pausadamente. Soy simplemente yo, porque me acostumbré a realizar todo a las carreras y además quiero todo “para ya”. Sé que tengo que cambiar. Ayer tuve un día muy agitado y cuando estaba en el centro me iba diciendo “Dora no camines tan rápido que nadie te está persiguiendo”, “empieza desde ahora a ser consecuente con tu cuerpo”. En la prédica del domingo el pastor decía que nosotros también tenemos que darle cuenta a Dios en cuanto a la administración del cuerpo, porque éste entre otras, es templo del Espíritu y supe inmediatamente que esas palabras eran para mí. Por eso resolví hacer el devocional sobre lo mismo, ya que en mi lectura diaria se encontraba este pasaje y muy seguramente somos muchos los que vivimos en ese corre corre. Si queremos llegar más lejos y avanzar en nuestros propósitos, aprendamos la lección del Señor Jesucristo, por más apurados que estemos, paremos, respiremos hondo y busquemos un lugar donde reposar y tomar nuevas fuerzas.

Un abrazo y bendiciones.

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