jueves, 25 de febrero de 2010

La mejor parte

Marta, Marta –le contestó Jesús– estás inquieta y preocupada por muchas cosas, pero sólo una es necesaria, María ha escogido la mejor, y nadie se la quitará.

Lucas 10:41-42.

Lectura diaria: Lucas 10:38-42. Versículo del día: Lucas 10:42.

ENSEÑANZA

“María ha escogido la mejor”. ¿Cuántas veces decimos como excusa o porque es cierto, no tengo tiempo? Si es como excusa, no hay nada que hacer; pero si es por responsabilidades mal administradas, debemos hacer un alto y clasificar prioridades. Nuestra relación con Dios, debe de ser la prioridad número uno. Si no estamos en sintonía directa con Él, es difícil que lo demás pueda salir con éxito. Mateo 6:33 nos lo dice: “Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas”. Indudablemente no quiere decir, que a todas horas vivamos con la Biblia debajo del brazo y lanzando “aleluyas” a diestra y siniestra, no; esto de ninguna manera sería testimonio ante el mundo. Lo que Dios desea de nosotros es que le busquemos de corazón; por eso es importante sacar un tiempo especialmente en las mañanas, para hacer nuestro devocional, para hablar con el Señor y a la vez alimentarnos de su Palabra. De esta manera, tendremos nuevas fuerzas y vislumbraremos mejor el panorama de las situaciones que a diario se presentan. María escogió la mejor parte y nadie se la podía quitar; ¿Por qué? Porque la intimidad con Dios, es eso: íntima. Nadie puede arrebatarnos nuestra espiritualidad; pueden robarnos, maltratarnos, ultrajarnos, etc., pero lo íntimo que sale del corazón hacia Dios, nadie lo puede despojar. David le clamaba a Dios, pidiéndole que le enseñara el camino, las sendas por donde debía conducirse. De igual manera nosotros, debemos dejar todos los afanes, inquietudes, adversidades y responsabilidades en sus manos, para que sea el Señor quien nos guíe por donde Él lo considere, será lo mejor. Nuestra vida está llena de eso: responsabilidades unidas a afanes y aflicciones bien sea con la familia, el trabajo, la Iglesia, las amistades, el estudio y quizá otras más. Sin embargo, no podemos dejar que el día se nos convierta en una carga pesada, difícil de cumplir; recordemos que también necesitamos descanso y sosiego, los cuales deben figurar en nuestra agenda diaria. Marta, lo contrario de María, estaba muy atareada con los oficios de la casa y no podía prestarle atención al Señor. Creo que debemos ser un poco de María y un poco de Marta, si vemos el pasaje desde la perspectiva de un equilibrio ecuánime. Sin embargo, no dejemos a un lado la lección dejada por el mismo Señor Jesús, en cuanto a apreciar el momento especial que tenemos con Él, en el tiempo que dediquemos a realizar el devocional. ¡Esto es lo que cuenta! Y nadie nos lo quitará.

Un abrazo y bendiciones.

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