martes, 16 de febrero de 2010

Frutos verdaderos

PRODUZCAN FRUTOS QUE DEMUESTREN ARREPENTIMIENTO.

Lucas 3:8

Lectura diaria: Lucas 3:1-14. Versículo del día: Lucas 3:8.

ENSEÑANZA

Juan el Bautista iba “directo al grano” como decimos en Colombia. No tenía pelos en la boca y hablaba escuetamente. Por eso amonestó a quienes lo seguían porque ya les había conocido y visto sus actuaciones “¡Camada de víboras! –les advirtió– ¿Quién les dijo que podrán escapar del castigo que se acerca?” (Verso 7). Ellos, no sé si asustados o en verdad deseando cambiar le preguntaban “¿Entonces qué debemos hacer?” (Verso 10). Su respuesta también fue sin titubeos; simplemente sabiendo cómo procedían en su ambición y avaricia les fue exhortando a ser misericordiosos y justos. El “produzcan frutos que demuestren arrepentimiento”, es la lección por aprender si en verdad decimos que somos cristianos. No sacamos nada con ir a la iglesia, hablar de la Biblia, o mostrar caritas de falsa piedad, si nuestros hechos dejan mucho que desear. Es simplemente “arrepiéntanse y no pequen más”. El arrepentimiento debe de ser genuino, sin reparos ni condiciones. Tampoco por un rato, un día o quizá una semana, no; Si no existe el verdadero remordimiento de corazón por el pecado cometido y el firme propósito de corrección que nos lleve a actuar íntegramente y a no pecar más, no estamos en nada. La frase común de “peco, confieso y empato” para Dios no existe. El fruto que demuestra arrepentimiento es entonces, empezar a dejar el viejo hombre para darle paso a la obra nueva de Dios. Esto en últimas será lo que nos conduzca a ser testigos fieles en cualquier campo que nos movamos, porque solamente de esta manera, arrepentidos de verdad, podemos dar el fruto que Dios espera de nosotros.

Un abrazo y bendiciones.

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