martes, 2 de febrero de 2010

La reconciliación trae bendición

Pero Esaú corrió a su encuentro y, echándole los brazos al cuello, lo abrazó y lo besó. Entonces los dos se pusieron a llorar.
Génesis 33:4.

Lectura diaria: Génesis 33:1-20. Versículo del día: Génesis 33:4.

ENSEÑANZA

Es importante arreglar las diferencias que se presentan en las relaciones familiares o interpersonales mientras se tiene la oportunidad, no sea que cuando lo deseemos sea demasiado tarde y quedemos con esa carga por el resto de la vida. El ejemplo de Esaú y Jacob nos da una lección de perdón, humildad, restauración y reconciliación. Ejemplo que debemos seguir siempre que haya lugar a dichas desavenencias. Si Dios nos perdona siendo tan pecadores, ¿por qué no hacerlo nosotros también? Los cristianos debemos seguir el ejemplo de Dios, perdonándonos unos a otros (Efesios 4:32). La reconciliación es la acción de restituir las relaciones quebrantadas y eso fue lo que hizo Dios con el hombre al enviar a su Hijo Jesucristo. Vino a restablecer la amistad del hombre con Él. Imitemos entonces, su misericordia. Aprendamos a perdonar y a pedir perdón, para no dejar que crezca en nosotros raíces de amargura que puedan desencadenar en otras faltas y errores que nos robarán completamente la paz y nos atarán a cadenas difíciles de romper. Así que si tienes algo contra tu hermano, ve y arregla tus cosas con él, esto te traerá paz y bendición.

Un abrazo.

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