Pero tengo una queja en tu contra. ¡No me amas a mí ni se aman entre ustedes como al principio!
Apocalipsis 2:4. NTV.
Lectura: Apocalipsis 2:1-7. Versículo del día: Apocalipsis 2:4.
MEDITACIÓN DIARIA
Siendo sincera, yo
siempre pasaba por alto los mensajes a las diferentes Iglesias nombradas aquí
en Apocalipsis. Solo me detenía en la de Laodicea, porque esa fue la enseñanza
que recibí desde el comienzo de mi vida cristiana. Supuestamente las demás
Iglesias ya habían pasado y estábamos en el tiempo de Laodicea. El Señor me ha
mostrado que de todas las Iglesias hay algo que no está bien y entonces, lo
mejor es estudiar un poco de cada una, para no caer en esos mismos errores.
Miremos: “Yo sé todo lo
que haces. He visto tu arduo trabajo y tu paciencia con perseverancia. Sé que
no toleras a la gente malvada. Has puesto a prueba las pretensiones de esos que
dicen ser apóstoles pero no lo son. Has descubierto que son mentirosos. Has
sufrido por mi nombre con paciencia sin darte por vencido” (vv. 2-3). A pesar
de tener cosas muy buenas la Iglesia de Éfeso, empezó a fallar en el amor al
Señor. Ya ese primer amor, se había olvidado y por consiguiente eso llevaba a
no amar al prójimo tal como fue el nuevo mandato dejado por Jesús. ¿Hemos
fallado igual? Es el momento de reconocerlo, pedirle perdón al Señor y
continuar.
Señor Jesús: no
podemos lavarnos las manos y creer que hemos sido las mismas ovejas que Tú escogiste
hace un tiempo. Perdónanos porque nos hemos olvidado de ese primer amor Contigo.
Ya actuamos por descarte sin profundizar las verdades que nos has dejado en tu
Palabra. Muchas veces nos portamos con indiferencia y nuestro corazón se ha
endurecido sin tener el amor y la compasión por nuestro prójimo. No somos lo
suficientemente amorosos con los que nos rodean y aún con los que están lejos. Perdona
tanta indiferencia y vuélvenos a llenar del gozo de la salvación. Queremos seguir
adelante con la sinceridad que Tú mereces y la lealtad de la que Eres digno de
recibir, de todo aquel que dice tenerte en su vida como Señor y Salvador.
Gracias, muchas gracias buen Señor por permitir que tu Santo Espíritu nos
dirija a reconocer nuestras fallas y a Ti por perdonarnos y limpiarnos. ¡Te
amamos Señor!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario