lunes, 26 de febrero de 2024

Preparándonos porque el tiempo no es bueno

¡Ay de los que llaman a lo malo bueno y a lo bueno malo, que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo! 

Isaías 5:20. NVI.


Lectura: Isaías 5:20-30.  Versículo del día: Isaías 5:20.


MEDITACIÓN DIARIA


Sí; el tiempo que estamos viviendo no es para nada bueno. Últimamente he estado muy inquieta escuchando sobre la gran tribulación y el arrebatamiento a diferentes predicadores. Hechos singulares que pareciera están próximos a suceder. He orado por estas situaciones y le he dicho al Señor que me confirme si es el tiempo de ocurrir estos acontecimientos. Lo cierto es que en la Iglesia donde me reúno, nuestro Pastor, ayer tocó el tema y por eso quise hacer mi devocional sobre tal vez, ciertos puntos relevantes, para que estemos preparados. En ti está, si lo crees o no; yo lo creo y por eso lo escribo.


Pablo exhorta a Timoteo en su Segunda Carta, a fortalecerse por la gracia que tenemos en Cristo Jesús y a evangelizar enseñando a otros lo que ha oído del mismo Pablo. Igual le dice que se esfuerce por presentarse ante Dios como un obrero aprobado que interpreta rectamente la Palabra de verdad (2 Timoteo 2:1-2 y 15). ¿Por qué debemos estar preparados en esto? “Ahora bien, ten en cuenta que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. La gente estará llena de egoísmo y avaricia; serán jactanciosos, arrogantes, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, insensibles, implacables, calumniadores, libertinos, despiadados, enemigos de todo lo bueno, traicioneros, impetuosos, vanidosos y más amigos del placer que de Dios. Aparentarán ser devotos, pero su conducta desmentirá el poder de la devoción. ¡Con esa gente ni te metas! (2 Timoteo 3:1-5). Entonces, ¿qué debemos hacer? “En presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de venir en su reino y que juzgará a los vivos y a los muertos, te doy este solemne encargo: Predica la palabra; persiste en hacerlo, sea o no sea oportuno; corrige, reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar” (2 Timoteo 2:4.1-2).


Viendo que el mundo ya llama bueno a lo malo y malo a lo bueno, no dejemos de llevar el mensaje de salvación. Y si estás leyendo este devocional y no conoces a Jesús como tu Señor y Salvador, es el momento de hacerlo. Jesús es el único camino para llegar a Dios Padre; es la Verdad, es la vida y vino a morir por ti. Te insto a entregarle tu vida a Él. Podemos orar así:


Señor Jesús; entiendo que te necesito. Gracias porque viniste a morir por mis pecados; te pido perdón y te entrego mi vida para que seas mi Señor y Salvador. Enséñame a vivir rectamente y a seguir de tu mano para no desviarme. Gracias por perdonarme, limpiarme y darme una nueva vida Contigo y una eternidad a tu lado. Amén.


Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: