Una noche, mientras estaba en mi cama, suspiré por mi amado; suspiraba por él, pero él no venía.
Cantares 3:1. NTV.
Lectura: Cantares 3:1-4. Versículo del día: Cantare 3:1.
MEDITACIÓN DIARIA
¿Has despertado a medianoche
sin poder conciliar nuevamente el sueño? Muchas veces ni siquiera podemos orar
porque todo nos fastidia: calor, frío, angustia, ansiedad; todo se converge y
no logramos encontrarnos con nuestro amado Señor. Mi consejo es no desesperar;
respirar profundamente y decirle honestamente al Señor lo que nos está pasando.
Seguro que encontrarás la paz anhelada y pronto volverás a dormir, ya en los
brazos abiertos de Jesús: “¡Encontré a mi amado! Lo tomé y lo abracé con fuerza”
(v. 4b.). Sí, abrázalo y no lo dejes ir.
Amado Señor Jesús:
gracias porque en momentos de insomnio, Tú vienes a mí para renovar mi fe en Ti
y volver a sentir ese primer amor Contigo. Gracias, porque a pesar de mis
fallas me permites seguir a tu lado; tu amor no tiene límite. Enséñame a amar,
a perdonar, a consolar, a levantar y animar a tanto caído y abatido, del mismo
modo que lo haces Tú conmigo. ¡Te amo mi Señor! ¡Me faltan palabras para
decirte cuánto significas para mí! ¡Deseo siempre dormir, despertar y saber que
vienes a arrullar mi sueño de madrugada!
Un abrazo y bendiciones.
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