Cuando el maestro de ceremonias probó el agua que ahora era vino, sin saber de dónde provenía (aunque, por supuesto, los sirvientes sí lo sabían), mandó a llamar al novio. Un anfitrión siempre sirve el mejor vino primero—le dijo—, y una vez que todos han bebido bastante, comienza a ofrecer el vino más barato. ¡Pero tú has guardado el mejor vino hasta ahora!
Juan 2:9-10. NTV.
Lectura: Juan 2:1-12. Versículos del día: Juan 2:9-10
MEDITACIÓN DIARIA
Me llama la atención que
este milagro ocurre empezando el Señor Jesús su vida pública junto a sus
discípulos que acababa de llamar. Mirando la parábola del vino nuevo en odres
viejos (Lucas 5:37-39), llego a la conclusión que, si hemos empezado una nueva
vida con Cristo, lo viejo ha quedado atrás, Así que la nueva vida en Cristo no
puede tener todos los modelos con los que vivíamos antes. Siempre hay un antes
de Cristo y un después de Cristo en la vida de todo creyente. Y por supuesto
ese es el nuevo vino que el Señor viene a darnos para que lo disfrutemos y
vivamos una vida como lo dice en Juan 10:10, completa y abundante.
El Señor quiere ofrecerte
el vino fresco y puro derramado con su preciosa sangre para que, si lo aceptas,
tengas el regalo de la vida eterna en el cielo y una vida con Cristo en
abundancia en la tierra. Te invito a orar a Jesús, así:
Señor Jesús: ven a
mi vida; quiero ser partícipe de ese vino preparado para mí, por tu sangre
derramada en la cruz. Gracias, buen
Señor, porque lo tomo sabiendo que es el más inmaculado y fino esparcido por
todo tu cuerpo para perdonarme y limpiarme. Acepto ese regalo maravilloso de
ese vino, para darme una nueva vida a tu lado y una eternidad por siempre Contigo.
¡Te amo buen Dios, Señor y Salvador!
Un abrazo y bendiciones.
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