También José, que era descendiente del rey David, subió de Nazaret, ciudad de Galilea, a Judea. Fue a Belén, la Ciudad de David, para inscribirse junto con María, que estaba comprometida para casarse con él. Ella se encontraba embarazada 6 y mientras estaban allí se le cumplió el tiempo.
Lucas 2:4-5. NVI.
Lectura: Lucas
2:1-5. Versículos del día: Lucas 2:4-5.
MEDITACÍÓN DIARIA
Dios mueve sus fichas de
acuerdo con su santa voluntad. Por aquella época en que iba a nacer nuestro
Salvador, hizo que el emperador romano Augusto César decretara levantar un
censo en todo el imperio romano. Así que José tuvo que ir a inscribirse junto
con María, a Belén de Judea. De este modo se cumplió la profecía: “Pero tú, oh
Belén Efrata, eres solo una pequeña aldea entre todo el pueblo de Judá. No
obstante, en mi nombre, saldrá de ti un gobernante para Israel, cuyos orígenes
vienen desde la eternidad” (Miqueas 2:5. NTV).
Todo debidamente
sincronizado y revelado a su tiempo. Esto nos demuestra una vez más que Dios es
Soberano y que las naciones todas tendrán que reconocerlo como tal y que en el
Nombre de Jesús se doblará toda rodilla y toda lengua confesará que Jesús es el
Señor (Filipenses 2:10-11).
¿Quieres confesar a Jesús
como el Señor de tu vida? Te invito a orarle así:
Señor Jesús: te
doy gracias porque me permites entender que necesito de Ti. Tu Palabra se
cumple a la perfección y hoy confieso con mi boca mi deseo de que tomes mi vida
y la gobiernes Tú. Gracias por tu nacimiento porque este nos lleva al camino de
la salvación. Gracias porque de acuerdo con tu Palabra, deseo que seas mi Señor y
Salvador. Mi Señor porque te entrego todo lo que soy y mi Salvador porque
pagaste el precio con tu bendita sangre por mis pecados, para gozar más
adelante contigo en la eternidad. Amén.
Un abrazo y bendiciones.
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