Así nos visitará desde el cielo el sol naciente, para dar luz a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por la senda de la paz.
Lucas 1:78c-79. NVI.
Lectura: Lucas
1:67-80. Versículos del día: Lucas
1:78c-79.
MEDITACIÓN DIARIA
La lectura nos habla de
Zacarías, (padre de Juan el Bautista), quien, con un cántico de alabanza a Dios
después del nacimiento de Juan, profetizó sobre la misión de Juan, de abrirle
puertas al Señor Jesús (vs. 76-77), y reconoció el poder de Dios en Jesús para
dar luz al mundo. Recordemos que el pecado nos separa de Dios y es sombra de
muerte; el Señor Jesús vino precisamente a redimirnos del pecado y darnos con
su muerte y resurrección la luz de la salvación.
Es claro el mensaje: el
hombre es pecador; está alejado de Dios viviendo en un mundo de tinieblas.
Jesús nació precisamente por el amor de Dios Padre para la humanidad: “Mas Dios
muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió
por nosotros” (Romanos 5:8). Esto nos demuestra que Dios es santo y el hombre
pecador. Un gran abismo nos separa, pero Cristo Jesús fue enviado precisamente
a ser el puente entre Dios santo y el hombre pecador. Entonces, es hora de
aceptar lo que Jesús vino a ofrecernos; la salvación. Yo te invito a orarle a
Jesús así:
Señor Jesús:
reconozco que soy pecador y que viniste a cambiar la oscuridad de mi vida por
la luz que Eres Tú. Te invito a morar en mi corazón. Toma el control del trono
de mi vida y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por perdonar mis
pecados. Gracias por haber nacido solamente por el amor que me tuviste; y
gracias porque Contigo gozaré de una eternidad a tu lado. Amén.
Un abrazo y bendiciones,
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