viernes, 11 de marzo de 2022

Acepta la invitación de Jesús a su Banquete

Al oír esto, un hombre que estaba sentado a la mesa con Jesús exclamó: ¡Qué bendición será participar de un banquete en el reino de Dios! 

Lucas 14:15. NTV.


Lectura: Lucas 14:15-24.  Versículo del día: Lucas 14:15.


MEDITACIÓN DIARIA


En los versículos anteriores a la lectura, un fariseo invitó a Jesús a comer a su casa junto con otros fariseos; como Él vio que los invitados trataban de sentarse en los puestos de honor, enseña sobre la humildad y resalta que hay que humillarse para ser exaltado. El hombre del versículo del día exclama: “¡Qué bendición será participar de un banquete en el reino de Dios!”. El Señor aprovecha la ocasión y nos relata la parábola del gran banquete donde los invitados por una u otra razón sacaron sus disculpas y no asistieron. Entonces, el anfitrión le ordena a su sirviente que vaya por las calles e invite a los pobres, inválidos, ciegos y cojos hasta que se llene la mesa, porque ninguno de los invitados primero disfrutará de su banquete.

La enseñanza es clara: al banquete del reino de Dios están todos invitados; cuando nosotros que somos sus siervos, compartimos las Buenas Nuevas estamos regando su invitación pero no todos la aceptan. Apocalipsis 3:20 dice: “Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo”. Son muchos los que no desean cenar con el Señor. Sin embargo, el Señor sigue permitiendo que se extienda su mensaje de salvación y alcance a llegar a tanto necesitado que va sin rumbo por este mundo. Si tú estás interesado en estar en ese gran banquete, te invito a hacer una pequeña oración:


Señor Jesús: gracias por amarme tanto e invitarme a tu banquete. Gracia porque moriste en la cruz por mis pecados. Yo te necesito y te abro la puerta de mi vida para que seas mi Señor y Salvador. Ocupa el trono de mi vida y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por perdonar mis pecados, limpiarme y darme la vida eterna a tu lado.


Un abrazo y bendiciones.

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