martes, 29 de marzo de 2022

Jesucristo: Dios, Señor y Salvador

Declaren y presenten sus pruebas, deliberen juntos. ¿Quién predijo esto hace tiempo, quién lo declaró desde tiempos antiguos? ¿Acaso no lo hice yo, el Señor? Fuera de mí no hay otro Dios; Dios justo y Salvador, no hay ningún otro fuera de mí. 

Isaías 45:21. NVI.



Lectura: Isaías 45:20-25.  Versículo del día: Isaías 45:21.


MEDITACIÓN DIARIA


Vuélvanse a mí y serán salvos (v. 22), dice el Señor. Es tan grande la misericordia de Dios, que Él mismo le hace la invitación al hombre caído para que se arrepienta y se salve. “He jurado por mí mismo, con integridad he pronunciado una palabra irrevocable: Ante mí se doblará toda rodilla, y por mí jurará toda lengua (v. 23). El profeta Isaías lo predijo y en el Nuevo Pacto Dios lo vuelve a recalcar y recordar (Romanos 14:11; Filipenses 2:10).

Tristemente el ser humano le cree a tanto mentiroso suelto, que resulta supuestamente profetizando sobre los acontecimientos que ya empiezan a divisarse y son muchos los que siguen a los que ahora dicen tener la verdad, sin darse cuenta que en la Biblia ya estaba escrito todo lo que se tiene que saber. Lo hacen porque no conocen la Palabra de Dios y se dejan convencer por movimientos de la Nueva Era, del budismo y otras ciencias que, en vez de enseñar, confunden. Esto lo dijo el Señor a través de Isaías hace más de dos mil quinientos años. Los sucesos actuales y los que llegarán con la Segunda Venida del Señor Jesucristo ya están escritos. Tal parece que esa Palabra declarada a Isaías es exactamente para este momento: “¿Quién predijo esto hace tiempo, quién lo declaró desde tiempos antiguos? ¿Acaso no lo hice yo, el Señor? Fuera de mí no hay otro Dios; Dios justo y Salvador, no hay ningún otro fuera de mí”. Jesucristo, la piedra que desecharon los constructores porque no hay ningún otro nombre bajo el cielo por el que podamos ser salvos (Hechos 4:11-12).


Señor Jesús: gracias por permitirme un día conocerte y entender que soy salva por tu gracia derramada sobre mí. Mi Dios y Señor, hay tanta confusión actualmente que aun los que te han conocido se dejan llevar por falsos maestros que los inducen a dejar el verdadero Evangelio dejado por Ti. Yo te ruego por ellos, para que les abras los ojos y el entendimiento y vuelvan al camino tuyo. No consientas que el enemigo continúe engañando al mundo alejándolo de la única Verdad que Eres Tú. ¡Tú Rey y Señor de toda creación! ¡Tú, dueño del pasado, presente y futuro! ¡La honra y gloria son solamente Tuyas por los siglos de los siglos!


Un abrazo y bendiciones.

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