martes, 22 de marzo de 2022

La religiosidad no es cristianismo

 Por lo tanto, no permitan que nadie los condene por lo que comen o beben, o porque no celebran ciertos días santos ni ceremonias por luna nueva ni los días de descanso. 

Colosenses 2:16. NTV.


Lectura: Colosenses 2­:16-23.  Versículo del día: Colosenses 2:16.


MEDITACIÓN DIARIA


Definitivamente cuando no entendemos la gracia, sí que nos dejamos llevar por reglas humanas que como nos lo hace ver el apóstol Pablo son sombras engañosas porque lo real y verdadero es Cristo (vs. 16-17). “No dejen que los condene ninguno de aquellos que insisten en una religiosa abnegación o en el culto a los ángeles, al afirmar que han tenido visiones sobre estas cosas. Su mente pecaminosa los ha llenado de arrogancia y no están unidos a Cristo, la cabeza del cuerpo” (va. 18-19). La religiosidad no es cristianismo; nos aleja del don de la gracia que recibimos al aceptar al Señor Jesús en nuestras vidas.

Todas estas prohibiciones me recuerdan el inicio de mi vida cristiana cuando muchos consideraban que el tener el cabello corto, usar pantalón o cualquier adorno, no era de una mujer cristiana. Gracias a Dios, nunca me dejé llevar por esas ideas porque no les encontraba lógica. Recuerdo en una ocasión haber contestado que, si mi salvación dependía de mi cabello, me lo dejaría crecer cuadras enteras. Ahora me afianzo más en mi convicción, al entender lo que explica Pablo aquí en su Carta.


Señor Jesús: gracias porque para Ti los tiempos no tienen límite y poco a poco me has ido enseñando el valor inmensurable de tu bendita gracia. El regalo de la salvación ha sido obra completa Tuya, porque precisamente no es por obras sino por la fe en Ti que Eres el Hijo de Dios muerto por mis pecados y resucitado para juntamente Contigo darme una vida eterna. Gracias, muchas gracias buen Señor por tanto amor derramado en esa cruz para rescatarme de las garras del pecado y de la religiosidad humana. ¡Te amo mi Señor!


Un abrazo y bendiciones.

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