Aunque la higuera no florezca, ni haya frutos en las vides; aunque falle la cosecha del olivo, y los campos no produzcan alimentos; aunque en el aprisco no haya ovejas, ni ganado alguno en los establos; aun así, yo me regocijaré en el Señor, ¡me alegraré en Dios, mi libertador!
Habacuc 3:17-18. NVI.
Lectura: Habacuc 3:1-19. Versículos del día: Habacuc 2:17-18.
MEDITACIÓN DIARIA
Mi impresión es que los
noticieros destilan pánico noticia tras noticia. Por lo que se escribe en las
redes sociales se percibe miedo en las personas y creo que ese es el objetivo
primordial de los medios de comunicación. Sembrar temor es muy fácil porque el
vivir en este tiempo se ha vuelto una odisea. Nosotros como cristianos
considero, que debemos ayudar a menguar esta situación porque tenemos al Dios Todopoderoso.
Somos los llamados a hablar y a actuar tal como lo describe el profeta Habacuc
pase lo que pase; sabemos en quien hemos creído y para donde vamos. No hay que
desmayar sino proseguir de la mano del Salvador, levantando y animando a creer
en nuestro Señor y Dios.
Señor Jesús: muchas
gracias por estar en medio de este mundo caído. Gracias porque tu misión de
rescatar al hombre de las garras de Satanás, se cumple así la tierra esté en
completo desconcierto. Señor, no permitas que claudiquemos; que aprendamos
también a alabarte y a adorarte, aunque haya pestes y enfermedades alrededor.
Aunque empiece la guerra y falle la moneda para solventarnos. Te tenemos a Ti y
queremos seguir por el camino trazado porque Eres nuestro mejor Aliado y
Salvador. Aunque veamos completa oscuridad, seguiremos alegrándonos y
gozándonos en Ti, Dios Soberano. Tú Eres nuestra fuerza y quien das a nuestros
pies la ligereza de la gacela para caminar en las alturas. ¡Te amamos buen
Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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