Desde la salida del sol hasta su ocaso, sea alabado el nombre del Señor.
Salmo 113:3. NVI.
Lectura: Salmo 113:1-9. Versículo del día: Salmo 113:3.
MEDITACIÓN DIARIA
El versículo anterior nos dice que los siervos del
Señor alaben su Nombre (v.1); y así es. Si no lo alabamos nosotros que le
conocemos y sabemos de su bondad y misericordia a ¿quién le vamos a pedir que lo
haga?
Es que, desde el amanecer, cuando nos levantamos con
vida, ya es un motivo de alabarle y agradecerle. Después, a lo largo del día
seguro que tendremos multitud de situaciones para adorarle y alabarle. Y si no
son buenas, pues también. La Biblia nos reta a hacerlo en toda circunstancia: 1
Tesalonicenses 5:18. Y a los que lo amamos todas las cosas son para nuestro
bien (Romanos 8:28). Así que no tenemos excusa para no alabarle.
Señor amado: gracias por tanto amor derramado sobre
nosotros. Alabamos y bendecimos tu Nombre, porque no hay otro nombre bajo el
cielo que merezca tanta adoración. Te alabamos por tu infinita bondad; porque
Tú siempre nos das más de lo que nosotros te ofrecemos y siempre nos miras con
compasión. Muchas, muchas gracias buen Señor.
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario