viernes, 1 de febrero de 2019

Somos los encargados de alabarle


Desde la salida del sol hasta su ocaso, sea alabado el nombre del Señor. 
Salmo 113:3. NVI.

Lectura: Salmo 113:1-9.  Versículo del día: Salmo 113:3.

MEDITACIÓN DIARIA

El versículo anterior nos dice que los siervos del Señor alaben su Nombre (v.1); y así es. Si no lo alabamos nosotros que le conocemos y sabemos de su bondad y misericordia a ¿quién le vamos a pedir que lo haga?
Es que, desde el amanecer, cuando nos levantamos con vida, ya es un motivo de alabarle y agradecerle. Después, a lo largo del día seguro que tendremos multitud de situaciones para adorarle y alabarle. Y si no son buenas, pues también. La Biblia nos reta a hacerlo en toda circunstancia: 1 Tesalonicenses 5:18. Y a los que lo amamos todas las cosas son para nuestro bien (Romanos 8:28). Así que no tenemos excusa para no alabarle.

Señor amado: gracias por tanto amor derramado sobre nosotros. Alabamos y bendecimos tu Nombre, porque no hay otro nombre bajo el cielo que merezca tanta adoración. Te alabamos por tu infinita bondad; porque Tú siempre nos das más de lo que nosotros te ofrecemos y siempre nos miras con compasión. Muchas, muchas gracias buen Señor.

Un abrazo y bendiciones.

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