jueves, 28 de febrero de 2019

Pongámonos la armadura de la luz


Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo. 
Efesios 6:11. NVI.

Lectura: Efesios 6:10-20.  Versículo del día: Efesios 6:11.

MEDITACIÓN DIARIA

Bien exhorta Pablo a los efesios en hacerles ver que el mundo está dominado por potestades y fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. El problema de Venezuela ya se volvió de interés mundial y alrededor de esta situación se tejen muchos argumentos. Unos podrán ser especulación, otros quizá la verdad. Lo mejor es estar de la mano del Señor y como lo menciona el apóstol aquí en su Carta: “Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza” (v. 13).
Nos habla de: “ceñidos con el cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia, y calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz (vv. 14-15). Nosotros ya sabemos quién es la verdad, así que no dudemos en ponernos los zapatos e ir a divulgar las Buenas Nuevas de salvación, más cuando nos damos cuenta que los tiempos se están acercando. “Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno” (v. 16). Recordemos que la fe viene por oír el mensaje y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo (Romanos 10:17). “Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios” (v. 17 en la lectura). Es como una cadena: no podemos ir a llevar el mensaje si no conocemos lo que dice el Señor Jesús sobre Él. Ya somos salvos, tenemos la certeza de lo que se nos ha dicho, entonces, cojamos muy bien esa espada, guiados por el Espíritu Santo y entendamos muy bien lo que nos revela su bendita Palabra. Por eso considero tan importante aprender a memorizar la Biblia. Seguro que en algún momento no la vamos a tener a mano o hasta se prohibirá; pero si la tenemos en la mente y en el corazón, nadie podrá arrebatárnosla. Por último, Pablo nos anima a orar en todo momento con ruegos y peticiones. Que no se nos olvide; nunca salgamos de casa sin armarnos completamente. Será la única manera de resistir al diablo. “La noche está muy avanzada y ya se acerca el día. Por eso, dejemos a un lado las obras de la oscuridad y pongámonos la armadura de la luz” (Romanos 13:12-14). El que tenga oídos para oír que oiga muy bien.

Bendito Dios: venimos ante tu presencia para rogarte que nos enseñes a ceñirnos, vestirnos y calzarnos completamente con el arma espiritual con que nos has provisto para estar preparados para enfrentar la guerra con el enemigo y obtener la victoria con Cristo nuestro Señor. Gracias por estar de nuestro lado. Contigo Señor, somos más que vencedores. ¡La gloria es para Ti!

Un abrazo y bendiciones.   

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