No se asusten —les dijo—. Ustedes buscan a Jesús el nazareno, el que fue crucificado. ¡Ha resucitado! No está aquí. Miren el lugar donde lo pusieron.
Marcos 16:6. NVI.
Lectura: Marcos 16:1-8. Versículo del día: Marcos 16:6.
MEDITACIÓN DIARIA
Las mujeres fueron al sepulcro con especias aromáticas
para ungir el cuerpo de Jesús y se dieron cuenta que la piedra de la entrada estaba
corrida. Se asustaron, pero un joven vestido con un manto blanco les habla
diciéndoles que el Señor resucitó (vv. 1-5). ¡Gloria a Dios! Igual que lo dijo
Pablo “Porque ante todo les transmití a ustedes lo que yo mismo recibí: que
Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras, que fue sepultado, que
resucitó al tercer día según las Escrituras” (vv. 3-4). Lo cual creemos
firmemente porque si Cristo no resucitó nuestra predicación sería vana como lo
sería también nuestra fe (1 Corintios 15:14).
La tumba de nuestro Líder se encuentra vacía. Es el
más Grande, el Único, el Inconfundible Jesús de Nazaret. Démosle gracias a nuestro
Buen Dios por este maravilloso regalo donde la muerte ya fue derrotada.
Señor Jesús: gracias por el hecho de haber resucitado.
Gracias porque nuestra fe está cimentada en la base de lo que hiciste en la cruz
por nosotros: tu pasión, muerte y resurrección no se pueden discutir porque
fueron reales y con el sello de Papá Dios. Por Ti amado Jesús, tenemos la bendita
esperanza de una futura gloria Contigo. ¡Alabamos y bendecimos tu Nombre!
Un abrazo y bendiciones.
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