lunes, 18 de febrero de 2019

Sí; Eres mi Dios Sanador


Yo amo al Señor porque él escucha mi voz suplicante. Por cuanto él inclina a mí su oído, lo invocaré toda mi vida. 
Salmo 116:1-2. NVI.

Lectura: Salmo 116:1-19.  Versículos del día: Salmo 116:1-2.

MEDITACIÓN DIARIA

Este Salmo siempre me recuerda lo que el Señor no solamente hizo, sino lo que sigue haciendo en mi vida. Es tan bondadoso y compasivo que jamás me deja abandonada: “El Señor es compasivo y justo; nuestro Dios es todo ternura…, estaba yo muy débil, y él me salvó” (vv. 5-6). A pesar de haber pasado por el cáncer de seno y la pancreatitis que me tuvo al borde de la muerte también, en estos últimos días me dio una gastroenteritis viral y fue terrible para mí. De verdad, me sentía sin fuerzas y pensé: ‘Señor, me vas a llevar’. No creo ser débil; siempre he creído que soy fuerte, pero con esto último me sentí terriblemente débil. Tal puedo decir igual al Salmista: “Tú, Señor, me has librado de la muerte, has enjugado mis lágrimas” (v. 8). Así fue. Cuando caí en cuenta que estaba en las manos del Señor, empecé a sentir recuperación. No fue de la noche a la mañana; no. Ha sido un proceso, pero he aprendido que mi vida solamente depende de quien es mi Dueño. Seguro que no es el médico, ni los remedios, ni los cuidados. Solamente es la mano de mi Dios misericordioso sustentándome y renovando mis fuerzas; no a mi manera, sino a la suya.
“¿Cómo puedo pagarle al Señor por tanta bondad que me ha mostrado? ¡Tan solo brindando con la copa de salvación e invocando el nombre del Señor!” (vv. 12-13).  Para mí, esto es como decirle a mi Señor: ‘seguiré con mis devocionales y en cada oportunidad que tenga diré lo que has hecho en mi vida para que tu Nombre sea exaltado’. “Te ofreceré un sacrificio de gratitud e invocaré, Señor, tu nombre. Cumpliré mis votos al Señor en presencia de todo su pueblo” (vv. 17-18).

Mi buen Amado Señor: ¿Cómo no darte gracias día tras día, si veo tu bondad palpable conmigo? Mi Dios, si simplemente es decirte que Eres el Dador de mi vida para que Tú voltees tus ojos amorosamente y me hagas entender que estás pendiente de mí y que soy importante para Ti. ¡Gracias, muchas gracias buen Señor! ¡Eres mi YAHWEB RAPHA, mi Dios Sanador!

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: