jueves, 19 de abril de 2018

La creación entera se postra en adoración


Tributen al Señor la gloria que merece su nombre; póstrense ante el Señor en su santuario majestuoso. 
Salmo 29:2.

Lectura: Salmo 29:1-11.  Versículo del día: Salmo 29:2.

MEDITACIÓN DIARIA

Este Salmo nos enseña que el Señor merece no solamente la adoración de los humanos sino también la de toda su creación: los seres celestiales, las aguas impetuosas, los árboles, desiertos y bosques (vv. 3-11). Todos ellos tienen que tributar gloria al Señor.
“La voz del Señor está sobre las aguas; resuena el trueno del Dios de la gloria; el Señor está sobre las aguas impetuosas” (v. 3). Si observamos las tormentas tropicales y los vientos huracanados podemos darnos cuenta del poder del Altísimo. Puede ser escalofriante pero no por eso logramos dejar de lado la potestad y la soberanía de Dios. “La voz del Señor retuerce los robles y deja desnudos los bosques; en su templo todos gritan: «¡Gloria!»” (v. 9). Así es en un huracán: los vientos son tales que las palmas se retuercen como diciendo ‘aquí está mi Dios y me someto a Él’. Esta misma fuerza de la naturaleza proclama su Nombre.

Bendito Señor: Al contemplar cielos, tierra, mar y toda tu creación, y saber que ellos se someten a Ti y te rinden honor, nos sentimos como humanos avergonzados porque ellos, sin tener el conocimiento que nosotros poseemos te saben alabar y adorar como al Dios Majestuoso que eres. Enséñanos Señor a rendirte culto de adoración como lo mereces. ¡Eres el único digno de recibir todo honor, gloria y poder porque no hay otro Dios igual! ¡Te adoramos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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