Pero el Señor le dijo a Samuel: No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón.
1 Samuel 16:7.
Lectura: 1 Samuel
16:1-13. Versículo del día: 1 Samuel
16:7.
MEDITACIÓN DIARIA
La apariencia externa
no cuenta para Dios. Casos se ven de niñas muy bonitas, actores simpáticos y
hombres de negocios muy pudientes, pero todos con el corazón vacío. Es muy
agradable encontrarnos con personas que son atractivas, cordiales y alegres
pero con temor al Señor en su corazón.
Qué satisfactorio es saber que a Dios no le interesa la belleza física. Sí
debemos cuidar nuestros cuerpos porque es templo del Espíritu Santo y es responsabilidad
hacerlo; pero eso es muy diferente a darle culto al cuerpo. Por otro lado,
cuántas veces por mirar las apariencias físicas juzgamos mal. Nos dejamos
llevar por sentimientos y no por razonamientos. Aprendamos con la lectura, a no
ser ligeros para juzgar a los demás.
Aprendamos también, a
hablarle al Señor sin tapujos, rodeos o fingimientos. Dios no va con la
hipocresía. “Tenía razón Isaías cuando profetizó de ustedes: Este pueblo me
honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí” (Mateo 15:7-8); “Aparentarán ser piadosos, pero su conducta
desmentirá el poder de la piedad. ¡Con esa gente ni te metas!” (2 Timoteo 3:5).
Amado Señor: permite
que nuestro corazón sea sincero contigo. Que estemos limpios, agradables y bien
presentados no solamente por fuera sino especialmente por dentro. Gracias buen
Dios porque para Ti es más importante lo lindo que hay en el corazón que la
belleza física, con una apariencia hipócrita y falsa. Enséñanos a nosotros
también, a no dejarnos llevar por las apariencias. ¡Gracias Señor!
Un abrazo y
bendiciones.
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