Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente.
Romanos 12:10.
Lectura: Romanos 12:9-21. Versículo del día: Romanos 12:10.
MEDITACION DIARIA
¡Qué reconfortante es
dar y recibir el amor fraternal! Definitivamente el amor auténtico no tiene
fronteras, ni colores ni límites. Fue muy grato para mí estar con Sarita mi
hijita y encontrarme en mi ciudad natal con mis pastores de Broward, quienes
son de nuestro hermano vecino Ecuador y vinieron en plan ministerial hacia otra
ciudad colombiana. Estando con ellos recibiendo su afecto, su cordialidad y
comprensión recapacité sobre lo que es vivir en armonía, unidos en un mismo
pensar y en un mismo propósito (1 Corintios 1:10). Podemos en cualquier
circunstancia dejar que el Espíritu fluya y sentir la presencia del Señor: “Porque
el Señor tu Dios está en medio de ti como guerrero victorioso. Se deleitará en
ti con gozo, te renovará con su amor, se alegrará por ti con cantos” (Sofonías
3:17). Sí; fue verdadero regocijo. Ellos me inspiran confianza, amabilidad,
seguridad y a la vez renuevan mi esperanza sobre lo que será la gloria futura gozando de
la fragancia de nuestro buen Señor, en un ambiente de paz y de luminosidad
incomparable.
Gracias mis queridos
Juan Carlos y Moniquita. Estoy convencida que ustedes llevan bien en alto el distingo
de pastores porque en verdad lo son. Velan por sus ovejitas así estén por fuera
del redil ofreciéndoles ternura, compasión y alimento espiritual. Bien claro
tienen lo que es el apacentar las ovejas del aprisco. Hoy desde mi devocional
les brindo mi respeto y honra por tan loable labor en pro del reino de los
cielos.
Amado Dios: Te doy
gracias por quienes has puesto como mis pastores en tierras lejanas. Gracias
por su bondad, amor y gozo ofrecido. Es gratificante estar con ellos en un
remanso de paz y de alegría. Te ruego bendito Señor que los sigas guardando y
llevando de tu mano en la misión que les has encomendado y que esta gira sea
para la honra y gloria de tu Nombre. ¡Te alabo por ellos buen Dios, y me
regocijo en Jesús mi Salvador!
Un abrazo y
bendiciones.
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