¡Si tan solo se callaran la boca! Eso, en ustedes, ¡ya sería sabiduría!
Job 13:5.
Lectura: Job 13:1-12. Versículo del día: Job 13:5.
MEDITACIÓN DIARIA
Bien les reprende Job a
sus amigos porque: “Hasta un necio pasa por sabio si guarda silencio; se le
considera prudente si cierra la boca” (Proverbios 17:28), y ellos sólo eran
incriminadores; parecían ser sensatos, pero no lo eran. Una de las maneras de
demostrar necedad es hablar sin control; y hablando tanto, se yerra también. No
se debe hablar demasiado para no decir más de lo debido. Debemos ser prudentes
al hablar porque con las palabras es muy fácil herir a las personas y esto no
es amor ni consideración. Es sabio entender en cuáles circunstancias se debe
hablar y en cuáles no; cuando los tiempos son malos es mejor callar (Amos
5:13).
La Biblia nos manda a
orar sin cesar; entonces cambiemos los papeles: en vez de hablar sin cesar,
oremos sin cesar. De paso la oración nos va enseñando prudencia. Santiago nos
recuerda que debemos estar listos para escuchar y lentos para hablar y para
enojarnos (Santiago 1:19), por algo Dios nos dotó con dos oídos y una sola
boca. Necesitamos una dosis grande de prudencia.
Amado Señor: Tú sabes
cuántos problemas nos ahorraríamos si aprendiéramos a callar. Instrúyenos en
este campo para que no hablemos más de la cuenta. Creemos no ser necios y sin
embargo nuestras palabras nos delatan. Te rogamos que nos des sabiduría para ser
prudentes y abrir la boca solamente para animar, consolar y bendecir. ¡Muchas
gracias buen Dios!
Un abrazo y
bendiciones.
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