Del Señor son los fundamentos de la tierra; ¡sobre ellos afianzó el mundo! Él guiará los pasos de sus fieles, pero los malvados se perderán entre las sombras. ¡Nadie triunfa por sus propias fuerzas!
1 Samuel 2:8b-9.
Lectura: 1 Samuel
2:1-10. Versículos del día: 1 Samuel
2:8b-9.
MEDITACIÓN DIARIA
Ana eleva un cántico de
adoración y acción de gracias al Señor después del nacimiento de Samuel, y
llena del Espíritu Santo lo exalta adorándolo por su majestuosidad, entendiendo muy bien que es el creador y
dueño de la tierra y que así como todo fue obra de sus manos, en el hombre
también todo es obra suya porque nadie triunfa por sus propias fuerzas; es Dios
quien está detrás de esos logros.
Yo misma me pregunto:
¿cuántas oraciones contestadas he tenido y de éstas, cuántas veces he adorado
al Señor como merece? Creo que somos muy dados a pedir y pedir pero el ser
agradecido se nos olvida fácilmente. Nos gusta que alaben nuestro ego por las
virtudes o talentos con los que somos dotados y no somos capaces de decir: ‘eso
es obra del Señor’. Propongámonos de ahora en adelante, cada vez que
contemplemos en nuestras vidas sus maravillas, entonar un cántico de gratitud
hacia quien es el Amo y Señor y quien merece todo honor y gloria.
Gracias mi Señor,
porque así como cimentaste y consolidaste el mundo, de igual manera has dotado
al ser humano de dones y talentos no para que se ufane de ellos, sino para
darte toda la alabanza, cantando el poder y la grandeza tuya. ¡Te amamos Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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