La rebeldía es tan
grave como la adivinación, y la arrogancia, como el pecado de la idolatría. Y,
como tú has rechazado la palabra del Señor, él te ha rechazado como rey.
1
Samuel 15:23.
Lectura: 1 Samuel
15:1-35. Versículo del día: 1 Samuel
15:23.
MEDITACIÓN DIARIA
Este es el complemento
de uno de los versículos del devocional de ayer. Samuel estaba reprendiendo al rey Saúl por no
obedecer las órdenes del Señor y concluye diciéndole que la rebeldía es tan
grave como la adivinación y la arrogancia como la idolatría. A Saúl se le subió
el poder a la cabeza como infortunadamente le pasa a muchos. El Señor lo ungió
como rey de todo Israel y le dio una misión para cumplir: atacar y destruir a
los amalecitas por completo, quienes no
les habían dado paso a los israelitas cuando salieron de Egipto. Saúl fue y
destruyó casi todo, menos al rey de Amalec; además preservaron las mejores
vacas, ovejas y terneros, con todo lo que era de valor y esa no fue la orden
(vv. ).
En cualquier campo que
nos encontremos trabajando, siempre debemos tener presente al Señor y estar
listos a obedecerle como Él lo manda. El obrar a nuestra manera, nos conduce a
no aceptar la autoridad; más bien se busca es desafiarla como queriéndole
decir: ‘yo sé más que usted’ y esto es
rebeldía. De otra parte, el excesivo orgullo de una persona, lo lleva a
creer y exigir que tiene más privilegios de los que tiene derecho y es
arrogancia. Tengamos cuidado porque con Dios no se juega. Dios se ha
manifestado cuando personas arrogantes le han desafiado como en el caso del
Titanic: sus constructores creían que su barco ni Dios lo hundiría y ya sabemos
en qué terminó la historia.
No podemos darle cabida
a la desobediencia porque podemos caer en la rebeldía y a la arrogancia. Tal
vez hemos perdido muchas oportunidades de logros y metas por estos pecados. Así
que revisemos nuestras vidas.
Amado Señor: Queremos
ser fieles contigo y obedecer lo que nos mandas en tu Palabra. Te pedimos que
perdones nuestro pecado porque quizá muchas veces hemos caído en rebeldía y por
ende en arrogancia, sin percatarnos de lo que esto significa para Ti. Gracias
buen Señor por enseñarnos cada día a ser más íntegros y a dar verdadero
testimonio como cristianos que decimos ser.
Un abrazo y
bendiciones.
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