Ahora bien, casi nadie se ofrecería a morir por una persona honrada, aunque tal vez alguien podría estar dispuesto a dar su vida por una persona extraordinariamente buena; pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores.
Romanos 5:7-8. NTV.
Lectura: Romanos
5:1-11. Versículos del día: Romanos 5:7-8.
MEDITACIÓN DIARIA
¿Hasta dónde llega el
amor de Dios Padre? Creo que bien lo pueden decir los padres con sus hijos. Como dice en Mateo: si aún los padres terrenales saben dar
cosas buenas a sus hijos, con mayor razón lo hará el Padre Celestial con cada uno (Mateo
7:11). Es que su amor por la humanidad fue tal, que no le importó dar a su
propio Hijo a que padeciera y sufriera por nosotros, “Ciertamente él cargó con
nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores, pero nosotros lo consideramos
herido, golpeado por Dios, y humillado. Él fue traspasado por nuestras rebeliones,
y
molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra
paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados” (Isaías 53:4-5. NVI). Es que no
creamos que el Señor Jesús quedó tan bonito como lo vemos en los crucifijos,
no; de ninguna manera es así. Dice también la Palabra que no había figura humana
en Él (Isaías 52_14). Cuando molemos un alimento, solo queda una masa; Jesús
fue molido completamente. Ningún sufrimiento nuestro se compara al de nuestro
buen Salvador.
Meditemos en esto: nada
de lo que nos pasa es comparable y sin embargo su amor sigue latente, mientras
nosotros por ciertas bobadas nos enojamos, nos alejamos, nos resentimos e
incluso sacamos a flote problemas pasados, guardando resentimiento hacia las
personas. En ocasiones cuando he hablado sobre esto, lo que me dicen es que una
cosa es Dios y otra ellos. Pero es que Jesús por eso quiere gobernar
completamente tu corazón, no solamente un área. Él entregó todo su ser por
amor: No hay amor más grande (Juan 15:13). Ese es el amor verdadero, el que nos
demanda Dios para con el prójimo. Oro para que en esta Semana entendamos lo que
significa ese amor verdadero.
Papito Dios: Tanto
fue tu amor por el hombre pecador que nos diste a tu propio Hijo para venir a
rescatarnos. Señor Jesús, no merecemos que hayas padecido tan cruel pasión y
muerte por nosotros, que somos débiles e infieles Contigo. Aun así, sigues
afirmándonos en cada instante cuánto nos amas. Sigues velando por cada uno de los
que amamos llevándolos de tu mano, porque para Ti ese amor es inmutable; no
tiene límites. Gracias, gracias por tanto amor entregado. Enséñanos a ser como
Tú, a ofrecer esa misma clase de amor que nos brindas, sin pedir nada a cambio.
La gloria es para Ti buen Dios y Señor nuestro.
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario