De la misma manera que el barro está en manos del alfarero, así estás en mis manos.
Jeremías 18:6b. NTV.
Lectura: Jeremías
18:1-10. Versículo del día: Jeremías
18:6b.
MEDITACIÓN DIARIA
Si al Señor le parece que
esa vasija que somos nosotros, todavía no está bien modelada, sigue puliéndola.
Lo que pasa es que esa pulida duele y no podemos empezar a cuestionar a Dios
por hacerlo; miremos: “¿Quién eres tú para pedirle cuentas a Dios? ¿Acaso le
dirá la olla de barro al que la modeló: ¿Por qué me hiciste así?” (Romanos
9:20. NVI). No somos más que barro en sus manos, con la convicción de que el
que empezó tan buena obra en nosotros, la perfeccionará hasta el día en que Jesús
vuelva (Filipenses 1:6).
Señor Jesús:
gracias porque mi vida te pertenece. Cuando te dije que fueras mi Señor, estaba
rindiéndome a Ti y por lo tanto, Eres Tú quien sabes exactamente qué áreas de
mi vida están fallando o incompletas, para que sigas terminando la obra que empezaste
conmigo. No te voy a decir mi Dios, que es fácil. Es tal cual como cuando se
poda una matica con el ánimo de que retoñe mucho mejor nuevamente. Así se
siente. Pero Tú, en tu infinita sabiduría y soberanía sabes exactamente como está
tu creación. Gracias, muchas gracias bendito Señor, porque al final estaré
vestida de lino fino y resplandeciente para recibirte. Sí mi Señor para
recibirte y darte toda la gloria y honra que mereces. ¡Gloria a Dios!
Un abrazo y bendiciones.
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