—De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios —dijo Jesús.
Juan 3:3. NVI.
Lectura: Juan 3:1-13. Versículo del día: Juan 3:3.
MEDITACIÓN DIARIA
Jesús le habla del nuevo
nacimiento a Nicodemo, quien era un líder religioso judío y por consiguiente
sabía muy bien la ley, pero no tenía ni idea este maestro de lo que el Señor le
está planteando. Sin embargo, es atento a las palabras de Jesús quien le
explica que lo que nace de la carne es carne, pero lo que nace de espíritu es
espíritu. Ante la pregunta de ¿cómo puede nacer de nuevo si ya es viejo? El Señor
le responde: “Yo te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu no puede
entrar en el reino de Dios —respondió Jesús—“ (v. 5).
La única manera de saber
cómo es el nuevo nacimiento es recibiendo a Jesús en nuestras vidas (Juan
1:12). Es confiar en el Único que pagó por nuestros pecados al morir en la
cruz. “Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en
una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado!” (2
Corintios 5:17 NTV).
Dios te ama profundamente;
por lo tanto, es necesario que nazcas de nuevo si quieres entrar al reino de
Dios. Te puedo dirigir con una corta oración, si es tu deseo ser parte de la
familia celestial:
Señor Jesús:
entiendo que te necesito y que me amas. Gracias porque moriste en la cruz por
mis pecados. Te abro la puerta de mi vida para que entres a morar conmigo y te
recibo como mi Señor y Salvador. Toma el control del trono de mi vida y hazme
la persona que deseas que yo sea. Gracias por perdonarme y limpiarme; gracias
porque Contigo tengo una vida segura en el cielo. Amén.
Un abrazo y bendiciones.
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