Cuando los hombres caen, ¿acaso no se levantan? Cuando uno se desvía, ¿acaso no vuelve al camino?
Jeremías 8:4. NVI.
Lectura: Jeremías 8:1-12.
Versículo del día: Jeremías 8:4.
MEDITACIÓN DIARIA
El profeta nos habla de
los tiempos en que el hombre tiene carcomida la conciencia y ya nada le hace
mella. Sin embargo, la misericordia de Dios es tan grande que siempre está
esperando que se arrepienta y vuelva los ojos hacia Él. Muy seguramente,
nosotros al escuchar las noticias nos escandalizamos y cuestionamos actitudes,
pero se nos olvida que somos responsables también por callar y no hablar del
plan de Dios para la humanidad a través de su Hijo Jesucristo.
Oremos porque cada día el
hombre está más alejado de Dios y su maldad en estos tiempos ya no tiene límite.
“Pero, allí donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia” (Romanos 5:20 NVI),
y la gracia está disponible para todos.
Amado Señor:
gracias porque tu Palabra dice que nosotros somos la sal de la tierra y
mientras estemos acá, tenemos una misión que cumplir: llevar el mensaje del
Evangelio a toda criatura. Enséñanos a ser obedientes a Ti y obedecer tu
mandato de la gran comisión. Danos el denuedo para compartir tu Palabra y que
muchos te conozcan y sepan que Eres el Dios verdadero y justo que busca que
todos se arrepientan para seguir tu camino y llegar a la vida eterna a tu lado.
Gracias, muchas gracias buen Señor.
Un abrazo y bendiciones.
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