Así que ofrezcamos continuamente a Dios, por medio de Jesucristo, un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de los labios que confiesan su nombre.
Hebreos 13:15. NVI.
Lectura: Hebreos 13:15-20. Versículo del día: Hebreos 13:15.
MEDITACIÓN DIARIA
Casi desde que empecé mi
vida cristiana, he aprendido que el Señor se glorifica en la alabanza de los
suyos. En ese tiempo tenía un librito que se llamaba “El poder de la alabanza”.
Allí había bastantes testimonios de las manifestaciones de Dios cuando se le
adoraba y se le daba la honra a Él.
Hoy estaré dándole
gracias al Señor por la vida de Samuelito, por los médicos que lo atenderán y
por las enfermeras que pondrá a su lado. Pero ante todo oro por el médico que
dijo que el ultrasonido volvería a salir mal porque de lo contrario, él sería
sorprendido. Para Dios no hay imposibles y oro porque el Señor lo sorprenda y
su gloria se revele en todo ese hospital.
Amado Jesús: Tú conoces
el corazón de todos los que tenemos a Samuelito en oración. Te damos gracias
por su vida porque fuiste Tú quien lo hiciste en el vientre de Sarita y tu
creación es perfecta. Rechazamos toda palabra en contra de su sanidad y te
damos a Ti buen Dios y Señor, toda la honra y gloria. Gracias porque tu Santo
Espíritu nos llena de paz y fortaleza. Gracias porque Eres el Dios de lo
imposible. Eres Invencible Dios Soberano. Confesamos con nuestros labios que
Eres el Dios Santo y verdadero. Gracias porque Tú sorprenderás a todo el
personal médico porque Eres el Médico por excelencia. ¡A Ti Señor toda la
honra, gloria y honor! ¡Te adoramos Rey de reyes y Señor de señores! ¡La victoria
es Tuya Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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