Hacia ti dirijo la mirada, hacia ti, cuyo trono está en el cielo. Como dirigen los esclavos la mirada hacia la mano de su amo, como dirige la esclava la mirada hacia la mano de su ama, así dirigimos la mirada al Señor nuestro Dios, hasta que nos muestre compasión.
Salmo 123:1-2. NVI.
Lectura: Salmo 123:1-4. Versículos del día: Salmo 123:1-2.
ORACIÓN
Mi Señor y Dios:
así es; no hay otro a quién más dirigirnos porque solamente Tú Eres el dador de
la vida. Hacia Ti dirigimos la mirada y seguimos persistiendo hasta ver
realizado completamente tu favor en la vida de Samuelito. Gracias, muchas
gracias Señor Dios Creador y Sanador. Sólo en Ti podemos confiar. Sé que estos
altibajos con el bebé son solamente para mostrarnos cada día más y más, tu
infinita misericordia y amor. Sé también que el bebé está en tus brazos y
saldrá adelante como al despertar en la tarde de ayer, con esa carita hermosa y
risueña que nos regalaste para tranquilidad de toda la familia. Sólo Tú puedes
hacer esto buen Dios; Sé que lo harás otra vez; mi confianza en Ti está. No
importa la cantidad de muros que el enemigo quiera mostrar. La espera
terminará, sé que has vencido ya, El Señor nunca me ha fallado. En Ti confiaré
tu promesa sigue en pie; la noche acabará, tu Palabra se cumplirá. Tú Eres
fiel, confiada andaré, en tus manos estaré; Tú siempre has sido Fiel. Mi
corazón te alabará. Gracias, muchas gracias buen Señor y Dios. Gracias por tu
infinita fidelidad.
Un abrazo y bendiciones.
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