Me acuerdo de tu fe sincera, pues tú tienes la misma fe de la que primero estuvieron llenas tu abuela Loida y tu madre, Eunice, y sé que esa fe sigue firme en ti.
2 Timoteo 1:5. NTV.
Lectura: 2 Timoteo
1:1-7. Versículo del día: 2 Timoteo 1:5.
MEDITACIÓN DIARIA
El apóstol Pablo le
escribe a su hijo espiritual Timoteo animándolo en la fe. Aparte de decirle que
lo tiene constantemente en sus oraciones y desea verlo pronto, le recuerda su
fe sincera tal como la tuvieron su abuelita y su mamá. Y es que definitivamente
las raíces desde que estén bien cimentadas no desaparecen. Esto es un ejemplo
claro de enseñar a nuestros niños desde pequeños, la misma fe que nosotros
hemos recibido para que a medida que crezcan lo hagan en sabiduría y estatura, y
que cada vez gocen más del favor de Dios y de la gente (Lucas 2:52).
Por esta misma razón Pablo
le recomienda que avive el fuego del don espiritual porque el espíritu que Dios
nos ha dado no nos hace cobardes sino nos da la capacidad de amar a los demás y
nos autodisciplina para poder vivir una buena vida cristiana (vs. 6-7 de la
lectura en la versión TLA). Buenas recomendaciones para todos los cristianos.
Señor Jesús: no
solamente queremos retener estas palabras de Pablo para nosotros también como
hijos espirituales que provinimos de él; igualmente recibimos la exhortación a
hacer lo mismo con aquellos que a su vez son descendencia espiritual nuestra.
Permite Señor que nuestra fe se avive en cada circunstancia para tener la
sagacidad de compartir y llevar tu mensaje con el mismo denuedo que Pablo le
recomendó a Timoteo. Sí buen Señor, necesitamos llenarnos de tu poder, de tu amor
y de tu fortaleza para dirigirnos a tantos perdidos que van sin rumbo por el
mundo. ¡Utilízanos en tu obra Señor! ¡Toda la gloria es para Ti!
Un abrazo y bendiciones.
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