—Oh, cuánto alaba mi alma al Señor. ¡Cuánto mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador!
Lucas 1:46-47. NTV.
Lectura: Lucas
1:46-56. Versículos del día: Lucas
1:46-47.
MEDITACIÓN DIARIA
La canción de alabanza de
María, llamado también ‘El Magníficat’, es una muestra de adoración de un
corazón agradecido y humilde. Una buena enseñanza para cada uno de nosotros que
ni siguiera cuando nos gozamos y las cosas van muy bien, nos acordamos de dar
gracias y mucho menos de loar el Nombre del Señor.
Terminando este año,
seguramente hay varios motivos para darle gracias y adorar a nuestro Dios. Que
también digamos: “¡Cuánto mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador!”. ¿Sí te alegras en Dios tu Salvador? Te invito
a que reflexiones y lo hagas. La Navidad no es solamente cenas, regalos, pitos
y maracas; y mucho menos Santa; es algo más profundo: el nacimiento de nuestro
Salvador, el Señor Jesucristo. No olvidemos la esencia de la Navidad y adoremos
al Señor como sólo Él lo merece.
Igual que María mi
Señor, nos regocijamos y alegramos en Ti. Sin merecerlo viniste a darnos una
nueva vida. Gracias, gracias bendito Salvador. Gracias porque un día nos
miraste con compasión y nos tomaste de tu mano. Tu fidelidad jamás se ha
agotado y nuestros nombres están anotados en el Libro de la Vida. Día tras día
podemos contemplar tu misericordia; misericordia que se extiende a nuestras generaciones.
Tú has hecho cosas poderosas en nuestras vidas, que enumerarlas no podemos en
tan corto papel. ¡Qué grandes son tus obras! ¡Eres Maravilloso Señor! ¡Alaba
alma mía al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios!
Un abrazo y bendiciones.
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