Esto les dije: Obedézcanme, y yo seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo. ¡Hagan todo lo que les diga y les irá bien!
Jeremías 7:23. NTV.
Lectura: Jeremías 7:22-29. Versículo del día: Jeremías 7:23.
MEDITACIÓN DIARIA
El Señor una y otra vez
le dice a los de su pueblo que le obedezcan; no dejó de enviarles profetas: “pero
mi pueblo no me ha escuchado, ni siquiera ha tratado de oírme. Han sido tercos
y pecadores, aún peores que sus antepasados” (v. 26). No creamos que solamente
eran los israelitas o Judá; nosotros somos exactamente iguales. Nos cuesta
obedecer. La obediencia es clave para seguir al Señor. Si en verdad queremos
hacer su voluntad hay que desplazar el enorme ego que tenemos y permitir que en
el trono se siente el Señor Jesús.
Amado Señor:
reconocemos que somos pecadores y que Tú viniste a morir en nuestro lugar.
Enséñanos a despojarnos de ese ‘yo’ y dejar que seas Tú manejando el timón de
nuestra vida. Tú te deleitas cuando te obedecemos y ese en realidad, es el
sacrificio que te agrada. Limpia nuestros corazones y aleja de nosotros todo
rastro de la naturaleza pecaminosa que tengamos. Queremos agradarte y hacer tu
voluntad. Gracias buen Dios y Señor por hablarnos a través de tu Palabra.
Enséñanos a ser obedientes a Ti. Toda la honra y gloria son Tuyas. ¡Aleluya!
Un abrazo y bendiciones.
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