¡Oh Jerusalén, Jerusalén, la ciudad que mata a los profetas y apedrea a los mensajeros de Dios! Cuántas veces quise juntar a tus hijos como la gallina protege a sus pollitos debajo de sus alas, pero no me dejaste.
Mateo 23:37.
Lectura: Mateo
23:37-39. Versículo del día: Mateo
23:37.
ORACIÓN
Gracias bendito Señor
porque he podido palpar tu protección. He visto tus manos extendidas como alas
de gallina, para protegernos del enemigo y resguardarnos del mal. Tanta benevolencia
para con nosotros mi Señor, me deja maravillada. Has puesto alrededor nuestro,
angelitos que han estado dispuestos a ayudarnos en todo sentido. No tengo
palabras para darte mi agradecimiento como en realidad lo mereces buen Dios. Con
certeza sabemos que todo este ir y venir con la enfermedad de mi esposo, ha
tenido un propósito en nuestras vidas; te rogamos Señor, nos des el
discernimiento necesario para entenderlo y te ruego que dispongas nuestros
corazones para cumplir tu santa voluntad. Eres grandioso y majestuoso Señor
Dios Rey Celestial. ¡A Ti sea toda la gloria por siempre! ¡Te amamos!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario