¿De verdad piensan que pueden robar, matar, cometer adulterio, mentir y quemar incienso a Baal y a los otros nuevos dioses que tienen, y luego venir y presentarse delante de mí en mi templo a repetir: ‘¡Estamos a salvo!’, solo para irse a cometer nuevamente todas las mismas maldades?
Jeremías 7:9-10 NTV.
Lectura: Jeremías 7:1-15.
Versículos del día: Jeremías 7:9-10.
MEDITACIÓN DIARIA
Esto dijo el Señor al
pueblo de Judá y lo podemos trasladar para nosotros hoy. Recordemos que ahora
cada persona nacida de nuevo con el Señor Jesucristo es directamente el templo
del Espíritu Santo. Por consiguiente, no podemos decir que tenemos al Espíritu
de Dios y seguir en pecado. No quiere decir tampoco que no pecamos. Miremos lo
siguiente: “Si afirmamos que no tenemos pecado, lo único que hacemos es
engañarnos a nosotros mismos y no vivimos en la verdad; pero si confesamos
nuestros pecados a Dios, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y
limpiarnos de toda maldad. Si afirmamos que no hemos pecado, llamamos a Dios
mentiroso y demostramos que no hay lugar para su palabra en nuestro corazón” (1
Juan 1:8-10 NTV).
Puesto que ahora vivimos
bajo la gracia de Dios, no podemos dejar que el pecado domine nuestro cuerpo
mortal (Romanos 6:12-23 NTV); “Mis queridos hijos, les escribo estas cosas,
para que no pequen; pero si alguno peca, tenemos un abogado que defiende
nuestro caso ante el Padre. Es Jesucristo, el que es verdaderamente justo. Él
mismo es el sacrificio que pagó por nuestros pecados, y no solo los nuestros
sino también los de todo el mundo” (1 Juan 2:1-2 NTV)
Amado Señor:
gracias te damos de saber que ahora nosotros mismos somos el templo Tuyo; es
que ya no nos pertenecemos, somos tu propiedad comprada con tu sangre derramada
en la cruz. Te rogamos buen Señor que nos lleves de tu mano y nos permitas
vivir caminando siempre Contigo. Gracias, muchas gracias mi buen Jesús. ¡Te
amamos!
Un abrazo y bendiciones..
No hay comentarios:
Publicar un comentario