Pues la visión se realizará en el tiempo señalado; marcha hacia su cumplimiento, y no dejará de cumplirse. Aunque parezca tardar, espérala; porque sin falta vendrá.
Habacuc 2:3. NVI.
Lectura Habacuc 2:1-6. Versículo del día: Habacuc 2:3.
MEDITACIÓN DIARIA
El Señor le habla a
Habacuc sobre una visión que el profeta tuvo. Pero hay algo cierto para
nosotros los cristianos y es que el Señor también puede hablarnos bien sea en
profecía, o a través de alguna visión, y no por esto creer que somos especiales
o privilegiados. Bueno, sí somos privilegiados porque no todos tienen lo que
nosotros tenemos: la paz de Dios y la vida eterna. Pero sigamos hablando de
nuestro tema.
Muy seguramente tuvimos
la visión, pero no se cristaliza. Entonces, no desesperemos porque se realizará
en el tiempo señalado; marcha hacia su cumplimiento. No ha llegado la hora,
pero se cumplirá sin falta alguna. Dice la lectura que el insolente no la
creerá porque no tiene el alma recta y para él son locura, pero para el justo que
se mueve por fe, es así (v. 4). Aquí nos toca poner a funcionar la fe. Todo es posible
en las manos de Dios; y creo que nuestra vida cristiana está cimentada en estos
dos atributos: amor y fe. Oremos para
que, en nuestro andar diario, no nos falte alguna de estas virtudes. Las
necesitamos de verdad, para continuar por la senda de Jesús de Nazaret.
Amado Señor Jesús:
gracias por enseñarnos que te revelas a los tuyos y les permites cantarte y
glorificarte tanto en sueños como en visiones que también son promesas y
ninguna dejará de cumplirse. Gracias porque igual nos enseñas que no son
nuestros tiempos sino los Tuyos los que cuentan. Queremos esperar confiados en
Ti porque por tu bendita gracia nos has declarado justos. ¡Te amamos buen
Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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