El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
1 Corintios 13:4-7.
Lectura: 1 Corintios
13:1-13. Versículos del día: 1 Corintios 13:4-7.
MEDITACIÓN DIARIA
Mañana se celebra el día
de San Valentín no solamente en Estados Unidos, sino también en algunos países
europeos y de América Latina. Es una festividad para celebrar el amor y la
amistad entre parejas y amigos. Considero que es una bonita oportunidad para
repasar nuevamente lo que es el amor a la luz de la Palabra de Dios porque nos
fascina hablar de amor, pero la verdad, no sabemos ofrecerlo como debe ser. Es
que decir que el amor es paciente, que no es orgulloso, que no es egoísta, que
no guarda rencor, que todo lo disculpa y soporta, no es tan fácil.
Este que es el amor que
Dios nos manda dar, se escucha muy lindo o se ve hermoso sobre el papel. Sin embargo,
cuando se trata de darlo al prójimo la cosa se pone de otro color. Estamos tan acostumbrados
a amar al que nos hace bien que, a pesar de ello, otra cosa puede ser con el
enemigo o simplemente con quien nos hace daño. Escuchamos muchas veces frases
como: ‘perdono, pero no olvido’, ‘el que la hace la paga’ o ‘no te olvides, la
palabra pesa la pena pasa”, bueno y muchas otras que en sí encierran lo mismo.
La virtud más linda es la
del amor y es la más excelente de todas (v. 13). Hoy tenemos la oportunidad de demostrar
el amor de Dios a través nuestro; empecemos a brindarlo por doquier. “Como
llama divina es el fuego ardiente del amor. Ni las muchas aguas pueden
apagarlo, ni los ríos pueden extinguirlo” (Cantares 8:6b-7a).
Amado Señor:
gracias por tu Palabra que nos motiva a amar a todos por igual. Señor,
perdónanos las veces que no hemos perdonado. Decimos que te amamos; no obstante,
no amamos al que tenemos más próximo. Te rogamos buen Señor pongas en nuestro
corazón el deseo de amar tal como lo enseñas Tú. ¡Gracias bendito Señor y Dios
por escucharnos.!
Un abrazo y bendiciones.
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